Se impuso 2 a 1 con un doblete de su gran estrella, mientras que Santos Borré había marcado el tanto para el Millonario. Con 80 minutos de gran nivel, el equipo de Gallardo se quedó sin resto físico y el equipo carioca se quedó con la gloria.
River, sin resto físico en los últimos minutos, perdió por 2 a 1 con Flamengo de Brasil la final de la Copa Libertadores en el estadio Monumental de Lima, Perú, con los goles de Gabriel “Gabigol” Barbosa, goleador y figura del certamen.
La ilusión ‘millonaria’ se esfumó en los últimos minutos después de haber disputado un gran primer tiempo.
Lo que hizo River fue prácticamente perfecto, con un trabajo impecable en el mediocampo, una zona que resultó difícil de desarmar para un Flamengo inconexo.
Sin embargo, en pocos minutos, se quedó con las manos vacías cuando no lo merecía por lo hecho en casi la totalidad del encuentro
El equipo brasileño tuvo la iniciativa, pero River rápidamente bloqueó sus caminos con el despliegue de Enzo Pérez, Nicolás De La Cruz, pero esencialmente de Exequiel Palacios.
El gol del equipo de Núñez llegó en su mejor momento con el desborde de Ignacio “Nacho” Fernández que Suárez no capitalizó, pero encontró a Rafael Borré de cara a Diego Alves. El colombiano no dudó y colocó la pelota en una esquina, abajo.
El equipo de Gallardo manejó los tiempos y cuando Flamengo lo apuró apareció la solvencia de Javier Pinola en el fondo.
El elenco ‘millonario’ hizo un desgaste en el primer tiempo que le pasó factura en el segundo. River priorizó la defensa y fue cuando Flamengo encontró espacios.
El ingreso de Diego en Flamengo le dio más verticalidad y el nuevo campeón avisó a los 11 minutos con un remate de Everton que contuvo de manera brillante Franco Armani.
River desperdició algunas contras como un desborde del cordobés Suárez que encontró una mala resolución de Palacios (35m).
De repente, el cambio de Julián Álvarez por Borré sorprendió a todos y River se fue quedando sin energías en la tarde calurosa de Lima.
Luego, el chileno Paulo Díaz ingresó por el lesionado Casco y esa banda fue aprovechada por el “Fla”, especialmente por Barbosa.
Flamengo, alentado por su gente, fue en busca del empate hasta el final. Un desborde de Bruno Henrique propició la aparición de Barbosa, quien no perdonó y luego se coronó héroe con la segunda conquista que definió el partido.
River no supo definirlo cuando debía y Flamengo no desesperó, pese a que no encontró el fútbol que esperaba con la presión de 38 años sin alegrías en la Copa Libertadores.
El equipo de Gallardo sufrió su primera gran frustración en el certamen que tantas alegrías le dio y se quedó con las manos vacías, tan cerca de una nueva conquista.