El brote de dengue que comenzó en enero, con algunos casos en Centenario y Chalet, va camino a convertirse en el más importante en la historia de la ciudad de Santa Fe. La cantidad de pacientes que se contagiaron ya alcanzó la cifra de 2016 en la ciudad, más de 100 casos, y todavía faltan unos dos meses para que las bajas temperaturas eliminen al vector de la enfermedad, el mosquito Aedes Aegypti, que no “aguanta” el frío por debajo de los 7° y recién reaparece en la primavera.
En su informe semanal, el Ministerio de Salud de Santa Fe informó que se confirmaron 105 casos en Santa Fe y 180 en la provincia, porque también hay un foco en Rosario con 65 personas que se contagiaron. Además se registraron dos casos en Villa Gobernador Gálvez, Rincón y Las Tocas; y un caso aislado en cinco localidades: Avellaneda, Humberto Primo, Roldán, Romang y María Juana, todos con antecedentes de viaje.
“En todas las localidades se tomaron medidas de bloqueo y prevención con el fin de evitar la propagación de la enfermedad”, aseguraron desde el Ministerio. Lo más importante es que los vecinos se comprometan en no dejar en los patios, techos y veredas recipientes que puedan acumular agua de lluvia, que es donde la hembra del aedes coloca los huevos y se reproducen los mosquitos.
En la provincia de Santa Fe se registraron tres brotes importantes de dengue. El primero en 2009, cuando se detectaron unos 2.000 casos, con foco en el noroeste de la provincia (en localidades como en Hersilia, Tostado y Villa Minetti). Dos años más tarde (2011), más de 100 personas se contagiaron en Romang, en el noreste de Santa Fe. El tercero fue el de 2016, con unos 2.000 casos en la provincia. Más de 1.000 se concentraron en el Nodo Rosario pero también hubo muchos pacientes en Santa Fe, Laguna Paiva, Gobernador Crespo y Reconquista, entre otras ciudades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que se debe sospechar dengue cuando una persona tiene fiebre alta (40°), dolor de cabeza intenso, dolores musculares y articulares, náuseas y vómitos. “Los síntomas se presentan luego de un período de incubación de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado y por lo común duran entre 2 y 7 días”, concluye la OMS.
La situación nacional
El último Boletín Integrado de Vigilancia Epidemiológica indica que hay ocho áreas con transmisión localizada de los virus del dengue. Son las localidades de Ingeniero Juárez (Formosa), Puerto Iguazú (Misiones), Los Blancos, Orán y Tartagal (en Salta), las ciudades de Santa Fe y Rosario, la ciudad de Buenos Aires, el partido de La Matanza y el departamento Ledesma en Jujuy. En la mayoría de los casos, la cepa viral es DEN-1, pero hay dos pacientes que se contagiaron la cepa DENV-4 en Capital Federal. Además se registraron 36 casos positivos para dengue con antecedente de viaje. La mayoría son turistas que viajaron a Brasil y en menor medida Bolivia, Colombia y República Dominicana.
Eliminar los criaderos
Para evitar que se reproduzcan los mosquitos que transmiten la enfermedad, el Ministerio de Salud provincial recomienda:
– No acumular basura.
– Tirar latas, botella, neumáticos y todo recipiente inservible.
– Tapar tanques y depósitos herméticamente.
– Colocar boca abajo baldes, palanganas y todo recipiente útil.
– Cambiar el agua de bebederos de animales y floreros cada tres días.
– Eliminar el agua de los portamacetas y platos.
– Mantener patios y jardines ordenados y desmalezados.
Lo más importante es que los vecinos se comprometan en evitar dejar en los patios, techos y veredas recipientes que puedan acumular agua de lluvia, que es donde la hembra del Aedes coloca los huevos y se reproducen los mosquitos. (El Litoral)