Según el último valor disponible difundido por el INDEC, el costo de la Canasta Básica Total, para una familia tipo de cuatro miembros, registró en agosto pasado un costo de $ 45.477,66, sin la actualización inflacionaria de septiembre y octubre.
Por decreto, el Poder Ejecutivo fijó como Orden del Día de la sesión la designación de dos Consejeros presentes de cada sector para la suscripción del acta, y la consideración de los temas elevados al plenario por ese organismo.
El Consejo que integran representantes del Gobierno, las cámaras empresarias y las centrales obreras, además de fijar un nuevo haber mínimo, determinará los montos mínimo y máximo de la prestación por desempleo.
Desde octubre de 2019, el salario mínimo, vital y móvil es de 16.875 pesos, e históricamente el salario básico de convenio de la primera categoría, que se negocia en paritarias, se sitúa entre 10 y 20% por encima de ese mínimo.
La última homologación del mínimo fue el 3 de septiembre de 2019, cuando el exministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, laudó ante las diferencias entre sindicalistas y empresarios, una suba del 35 por ciento y el salario pasó $ 12.500 pesos a los actuales $ 16.875 en tres tramos.
Posturas
Tanto la CGT, que lideran Héctor Daer y Carlos Acuña, como la CTA Autónoma que conducen Ricardo Peidro y Hugo Godoy, coincidieron en que reclamarán más de 45 mil pesos y en un solo tramo, mientras la CTA que lidera Hugo Yasky, realiza estudios para definir su propuesta.
“La CGT no tiene un número para ese nuevo salario. Eso se discute en el momento, pero hay que recordar que venimos de cuatro años que sostuvimos el valor de la canasta básica, pero también en estos últimos años lo que se hizo fue perder inclusive con respecto a la inflación e incluso ese salario se fue para abajo”, afirmó el cotitular cegetista Héctor Daer, que participará del encuentro de esta tarde.
Según datos del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, “la actualización del salario mínimo es urgente”, aunque “en los hechos son muy pocos los trabajadores registrados que lo cobran ya que los convenios colectivos prevén básicos que están por encima de dicha suma”.
“Sin embargo -agregó-, el salario mínimo impacta directamente sobre el salario mínimo docente (debe ser como mínimo un 20% superior a aquél), en el salario social complementario y en las jubilaciones mínimas (aplica el 82% aquí). Este año sumamos el programa ATP que usa al salario mínimo como base de cálculo”.
Indirectamente, de acuerdo con el informe del Observatorio, “el salario mínimo puede apuntalar la negociación colectiva de las actividades con salarios más bajos y también tener algún efecto sobre sectores que están excluidos de su cobertura, como el sector público provincial y municipal, y las casas particulares”.
Como establece la Ley de Contrato de Trabajo, el salario mínimo, vital y móvil “debe asegurar alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”, un objetivo que con los años se fue desdibujando porque se transformó sólo en un valor de referencia.
Para Peidró, líder de la CTA Autónoma, “el salario mínimo perdió en el último quinquenio un 35,7%, y más del 29,5% ocurrió desde 2018” y estimó que “si se elevase del actual valor a 26.247 pesos, el nuevo mínimo cubriría el 56% de la canasta básica”. Advirtió, sin embargo, que la central obrera que conduce podría aceptar ese aumento “sólo si el Gobierno y los empresarios se avienen a discutir mejoras trimestrales o cuatrimestrales”.