Esta iniciativa que nació en el año 2015, va adquiriendo cada día más forma y comienza a reflejarse el espíritu que le dio sustento a la idea de que cada trabajador seguiense pueda construir su casa propia.
En una recorrida , se vio a varias familias que aprovechando el buen clima, pusieron manos a la obra en el sueño del techo propio.
Es emocionante ver como se afianzan las relaciones en cada palada de tierra que abre surco a los cimientos, como se construye la unión en cada ladrillo pegado y el apoyo que se pone de manifiesto en el mate compartido o en el agua que refresca la garganta cuando el cansancio agobia.
El futuro barrio tendrá todos los servicios para poder desarrollarse como un mojón de crecimiento y esperanza; crecimiento que haga florecer el pueblo y esperanza en que los sueños pueden hacerse realidad cuando hay un Estado que acompaña, aun los que parecen más lejanos como el de la casa propia.