La superficie provincial sembrada con soja en el ciclo 2021/22 fue de 1.059.600 hectáreas, registrando una leve caída interanual del 1% y en relación al promedio del último lustro, la disminución fue del 8%.
Según la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, el área destinada a la oleaginosa es la cuarta más baja de los últimos 22 años, solamente se posicionan por debajo lo implantado entre los ciclos 2000/01 al 2002/03.
Del área total implantada, la soja de primera abarcó el 52 % y el 48 % restante lo ocupó la soja de segunda. Es la participación más alta de soja de segunda, lo cual se condice con el incremento registrado en el área destinada al cultivo de trigo. El 36 % de la superficie total se implantó en los departamentos Gualeguaychú, Uruguay y Paraná.
De las 553.300 hectáreas con soja de primera, se cosechó el 39% con un rendimiento promedio provincial de 2.450 kilos por hectárea. Hasta el momento existe un incremento interanual del rinde del 25 % y en relación al promedio del último lustro la variación es del 9 %.
Indican que se evidencian diferencias muy marcadas por zonas, asociadas fundamentalmente a la precipitación acumulada entre enero y febrero (período crítico del cultivo) y el potencial productivo de cada zona. Los rendimientos más bajos se detectan en el sector norte y este con valores de precipitación muy similares, y rindes de 1.900 y 1.950 kilos por hectárea, respectivamente.
El sector oeste, con suelos de mayor potencial agrícola que los anteriores, registró un leve incremento con un rendimiento promedio de 2.550 kilos por hectárea. En el sector sur es donde más llovió durante la campaña, promedio de 320 milímetros, y eso explica mayormente que el rendimiento se posicione cercano a 2.950 kilos por hectárea.
De mantenerse este rendimiento promedio provincial, la producción se posicionaría alrededor de 1.355.858 toneladas, lo cual representaría un incremento interanual del 17 %.
El avance de cosecha de soja de segunda, de las 506.300 hectáreas implantadas, se lleva trillado solo el 7%. En algunos lotes, la oleaginosa no llegó a la etapa de madurez comercial y, por otra parte, las cuantiosas precipitaciones ocurridas la semana pasada han paralizado las labores debido a la falta de piso en los lotes o la dificultad de poder transitar por los caminos rurales. A la misma fecha del año pasado ya se había cosechado el 24 % del área implantada.