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Advierten que las retenciones agravarán la situación de la cadena lechera

Desde las industrias lácteas explican que los derechos de exportación a las ventas globales de leche en polvo y quesos les “restan margen” para retribuir el precio que reclaman los productores. Qué dicen los tamberos.

La producción de leche en la Argentina hace años que está estancada y con fuertes problemas de rentabilidad.

Los referente de los tamberos y las industrias lácteas, que en general “pulsean” por el precio de la leche cruda, en este punto están de acuerdo: las retenciones a las exportaciones de leche en polvo, quesos, sueros y concentrados de leche, entre otros productos, podrían agravar la crisis que atraviesa a la cadena lechera.

Miguel Angel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), le explicó a Gastón Neffen de CLARIN RURAL que los derechos de exportación (3 pesos por cada dólar exportado en este caso) implican un recorte de los ingresos en una cadena que viene muy sensible por las tensiones con los productores por el precio de la leche fluida y la difícil situación que atraviesan algunas empresas lácteas (el caso de SanCor, muy endeudada, es el más conocido).

“Con un dólar cerca de los 37 pesos, la incidencia de las retenciones es del 8,11%, pero hay que sumarle los 2,25 puntos porcentuales por los reintegros que se eliminaron en el paquete de medidas anterior; así que el impacto es del 10,36% en el valor de cada lácteo exportado”, precisó Paulón.

El referente del CIL advirtió que esta reducción de ingresos también supone que los valores que están reclamando los tamberos sean más difíciles de alcanzar.

“Estamos desesperados por aumentar las exportaciones de lácteos, que en la actualidad superan el 15% de la producción, para poder retribuirles mejor la materia prima a los tamberos y esta medida no va en ese sentido”, planteó.

Otro factor que complica es que la cotización internacional de la leche en polvo, el principal commodity lácteo, está relativamente baja y oscila por debajo de los 2.700 dólares por tonelada.

“Esta medida, en definitiva va a complicar, pero lo que más nos preocupa es el costo del financiamiento. Hay que desactivar esa bomba porque no se puede trabajar con tasas del 60%, es inviable”, indicó Paulón.

Gustavo Vionnet, vicepresidente de la filial santafesina de CRA (Carsfe) y experimentado dirigente tambero, resumió el primer análisis del anuncio en una frase. “El estado de la lechería es caótico y las retenciones lo agravan”, alertó.

Hace meses que los tamberos advierten que están produciendo con los números en rojo y piden, como mínimo, que las industrias lácteas paguen más de 8,30 pesos por cada litro de leche que entregan en la puerta de la tranquera.

“El 70% de los insumos del tambo están dolarizados y la baja en el precio del maíz y la soja, por estas retenciones, no mueve la aguja para compensar el fuerte aumento de los costos. Si algo venía mal, ahora se recontracomplicó porque el precio de exportación va a ser más bajo”, insistió Vionnet.

El dirigente, además, planteó que faltan herramientas para “mitigar” el impacto de estas medidas en los productores que no pueden pisar un banco para solicitar un crédito, por el alto nivel de las tasas.

“Entiendo que es un momento muy difícil para el país y que hay que poner el hombro, pero hay una enorme carga impositiva sobre el sector agropecuaria y también tendría que hacer su aporte otros sectores, como el político y los intermediarios, y no sólo el productivo”, concluyó Vionnet.

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