Con el 53,8%, el Índice de Precios al Consumidor sobresale en una región donde en la mayoría de los países no supera el dígito anual.
Apenas superado por las monedas de Venezuela y de Zimbabue, el peso argentino es el billete que perdió más poder adquisitivo en el mundo el año pasado, tras conocerse hoy que la inflación fue del 53,8% en 2019.
Dentro de la región, y excluyendo a Venezuela con su régimen socialista, la Argentina es el único país con inflación de dos dígitos, mientras que el resto de las naciones latinoamericanas tienen, en promedio, un costo de vida del 3,20%.
“El problema no es de ahora, pasó una década y en vez de bajar la inflación, la duplicamos al mismo tiempo que en países como Chile y Brasil, dejó de ser un problema”, consignó un informe de la Fundación Libertad y Progreso.
Mientras los demás países tienen una inflación menor a un dígito mensual, la Argentina en un mes supera el costo de vida anual de las naciones en las que “se sabe que es un fenómeno estrictamente monetario”, consignó la entidad.
La inflación fue del 3,7% en diciembre y en el 2019 subió 53,8%, la mayor variación anual de los últimos 28 años.
En los últimos doce meses, los precios que crecieron por encima del nivel general fueron salud, 72,1%; comunicaciones, 63,9%; equipamiento y mantenimiento del Hogar, 63,7%; y alimentos, 56,8%.
En el mismo período, los precios de las prendas de vestir y calzado aumentaron 51,9%, las bebidas alcohólicas y tabaco 50,2%, y bienes y servicios, que incluye limpieza e higiene personal, 55,9%.