La ministra Sonia Velázquez presidió el encuentro donde, junto a referentes de las áreas ministeriales que participan en la implementación de la Ley Nacional 27.611 de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia, se avanzó en la estrategia “Mil Días”.
En la reunión, de la que participaron el secretario de Políticas de Salud y Bienestar, Guillermo Zanuttini; los directores General y de Gestión del Primer Nivel de Atención, Lautaro Torriani y Teresita Calzia respectivamente; la responsable de la Dirección Materno Infanto Juvenil (DMIJER), Alejandra Castillón, junto a referentes de las diferentes áreas de la Dirección; y el coordinador del Plan Sumar, Santiago Arias, acompañado por su equipo; se avanzó en la proyección de la estrategia para la aplicación de la norma en la provincia.
La Ministra manifestó: “La situación de Pandemia produjo, entre otros efectos, que en 2020 haya cobrado fuerza el perfil de la salud ligada a la atención de lo episódico y la reparación del daño”; en este contexto, además, se observó “una retracción tanto en la captación temprana de los embarazos como en el control pediátrico” apuntó Velázquez. “Por eso, a partir de la evolución de la situación epidemiológica y a la luz de esta nueva ley, nos estamos dando estos espacios para repasar el abordaje y los procesos de atención de este ciclo de vida, para lanzar una estrategia superadora”.
Es así que, en la oportunidad, desde la DMIJER se presentó una propuesta de trabajo con base en 12 lineamientos ordenadores, que luego serán desglosados en acciones concretas en el plan operativo; siempre con una mirada transversal, que integra a todas las áreas y programas que participan de la atención de este grupo.
El secretario de Políticas de Salud y Bienestar, Guillermo Zanuttini, explicó que a partir de que la situación epidemiológica “da cierto respiro desde hace unas semanas, se están retomando con más fuerza diferentes ejes temáticos en la problemática salud-enfermedad-cuidado-atención”, expresó.
En este marco, se avanza en un eje central como es la definición e implementación de políticas públicas en maternidad e infancia (hoy dividida en distintos subcomponentes, como por ejemplo: salud sexual y reproductiva, género, diversidad; todo lo relacionado a lo perinatal, que comprende desde el momento de la concepción, todo proceso de gestación, la atención en una maternidad, la atención del parto, la recepción del recién nacido, el seguimiento posterior una vez que el binomio persona con capacidad de gestar e hijo/hija vuelven a su casa), que forman parte de las políticas priorizadas por la vulnerabilidad que ofrece la especie humana en esos primeros mil días.
El profesional precisó: “Este período, ‘Mil días’, hace referencia a los 270 días de gestación, sumados a los 730 días correspondientes a los dos primeros años de vida, como la etapa de mayor vulnerabilidad de la especie humana”. Esto es así dado que las injurias que ocurren en este período en muchos casos son irreparables, con consecuencias que perduran para el resto de la vida.
Impacto de la ley
“La ley lo que hace es estimular a las áreas más comprometidas con los primeros años para desarrollar con más fuerza lo que ya se está haciendo, con el énfasis puesto en quienes comienzan a sumar condiciones de vulnerabilidad”, explicó Zanuttini.
Cabe mencionar que Entre Ríos ya había constituido la Mesa Interministerial e Intersectorial de Primera Infancia, donde también se toma como punto de partida el momento de la concepción para el abordaje de políticas públicas intersectoriales e interjurisdiccionales. Así, la ley reafirma esta iniciativa que ya estaba presente por Decreto del Gobernador, para fortalecerla y profundizarla.
La norma contempla la integración de múltiples dimensiones. Por ejemplo, entre las políticas de protección definidas desde el Estado Nacional se pueden mencionar la Asignación Universal por Embarazo y por Hijo, o el Plan Argentina Contra el Hambre; pero al hablar de la Ley de los Mil Días también nos referimos al derecho a la identidad, “donde está presente el Ministerio de Gobierno de la Provincia, con las delegaciones de Registro Civil y la responsabilidad de la identificación del recién nacido”, indicó Zanuttini.
Asimismo, la provincia interviene a partir de los servicios que brinda tanto en el sector educación como el de salud; en los espacios del cuidado de primera infancia cogestionados por el Copnaf presentes en muchas localidades; Desarrollo Social también está presente con el componente de políticas alimentarias a través de distintos programas de ejecución municipal.
Específicamente en el campo de la salud, significa potenciar las acciones en este ciclo de vida, lo que implica revisar los indicadores: evaluar el impacto de la Pandemia a través de la medición en términos de resultados finales la mortalidad infantil, la mortalidad materna, el peso al nacer, cantidad de nacimientos pretérminos.
En términos de cobertura, comprende conocer si se pudieron satisfacer determinadas premisas como la captación temprana de las embarazadas; los controles prenatales (si se cumplió con un mínimo de cinco controles en servicios de salud); el acceso a ecografía, laboratorios e interconsultas de apoyo; si el nacimiento se dio con condiciones obstétricas y neonatales esenciales; si el recién nacido pudo recibir las vacunas antes de su egreso del hospital; si se hizo la contrarreferencia al servicio del primer nivel correspondiente; o si se van cumpliendo los controles recomendados en los primeros meses de vida y el Calendario Nacional de Vacunación, entre otras.
“Son una serie de cuestiones que hacen al acompañamiento de la supervivencia y desarrollo infantil en las que, concretamente en los primeros años de vida, los servicios de salud tienen más participación en la estructuración del Estado, y que luego aparecen progresivamente las áreas de Desarrollo Social, Educación, el Copnaf, organizaciones no gubernamentales”, completó Zanuttini.