Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria, que se centra en el costo de los productos que necesita una familia durante un mes para cubrir el 100 por ciento de sus necesidades alimenticias, llegó a un valor de 111 mil 642 pesos. De esta forma, un adulto necesitó al menos 36 mil 130 pesos para no ser indigente, tomando en cuenta el índice alimentario, y 80 mil 570 pesos para no ser pobre.
Cabe destacar que, al momento de analizar el aumento tanto de la CBT, como de la CBA, hay que tener en cuenta que esta medición es realizada en base al consumo de una familia promedio tipo 2, la cual, según el INDEC, estaría compuesta por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años.
A pesar de que la CBA se ubicó por debajo de la inflación en junio, pues el alza fue de 5,2 por ciento y la del IPC fue de 6 por ciento; durante julio la historia volvió a cambiar: de acuerdo a la última medición del INDEC, la canasta básica alimentaria y la canasta básica total registraron un incremento del 7,1 por ciento, quedando por encima de la inflación que en ese mes fue de 6,3 por ciento.
Sin embargo, el gasto en la vida real varía de acuerdo a diversos casos. Por ejemplo, una familia de tres integrantes – una mujer de 35 años, un hijo de 18 y su madre de 61- necesitaría unos 200 mil pesos para llegar a su Canasta Básica Total y casi 90 mil pesos para adquirir una Canasta Básica Alimentaria, explica el INDEC.
Inflación por rubros
Como se mencionó anteriormente, el Nivel general del Índice de precios al consumidor (IPC) registró un alza mensual de 6,3 por ciento en julio de 2023, y acumuló una variación de 60,2 por ciento. En la comparación interanual, el incremento alcanzó el 113,4 por ciento. A pesar de que el rubro Alimentos y Bebidas Alcohólicas (5,8 por ciento) sufrió una variación menor a la de la inflación, es la división de mayor incidencia en todas las regiones del país.
La división de mayor aumento en el mes fue Comunicaciones (12,2 por ciento), producto de la suba de servicios de telefonía e internet. Le siguieron Recreación y Cultura (11,2 por ciento) –principalmente por los aumentos en los paquetes turísticos– y Bebidas alcohólicas y tabaco (9,0 por ciento).
Lo cierto es que, en la actualidad, para cualquier familia es difícil costear la Canasta Básica Total, tomando en cuenta que el Salario Mínimo, Vital y Móvil se encontraba en $105.500 en julio, mientras la CBT ascendió a $250.000 aprox. para el mismo mes y aunque llegaría a $118.000 en septiembre, durante todo el 2023 el costo de la canasta superó en 2,5 veces al del Salario. En pocas palabras, muchas de las personas del país, gastan casi todo su salario solo para cubrir las necesidades básicas y a otras ni siquiera les alcanza y tienen que recurrir a entidades financieras, ya sea a través de préstamos bancarios o a tarjetas de créditos para poder comprar el alimento diario.
Por ejemplo, una familia tipo donde ambos adultos ganan sueldo mínimo, el ingreso mensual que tuvieron durante julio fue de $111.000, mientras que el valor de la CBT fue de $248.962 para el mismo período, es decir, que no sería suficiente y solo alcanzaría para cubrir la totalidad de la canasta básica alimentaria, que ascendió a $111.642 para el mismo mes.
En esa línea, el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina señala que el poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil ha mantenido una tendencia negativa desde 2012. “Entre 2021 y 2022, en un contexto de inflación creciente, existieron siete instancias de actualización del salario mínimo, que no lograron una recuperación de su poder de compra. El año 2022 cerró con una caída promedio del salario mínimo real del 1,3 por ciento, que lo ubicó 33 por ciento por debajo del nivel de 2015”, manifiestan.
A esto se le suma una nueva caída de 6 por ciento del poder de compra en los primeros seis meses de 2023.
Adicionalmente, el INDEC informó que el índice de salarios subió un 6,1 por ciento en junio (último mes informado). “El indicador acumula una suba del 47,2 por ciento respecto de diciembre previo. El crecimiento mensual se debe a subas de 5,7 por ciento en el sector privado registrado, 6,0 por ciento en el sector público y 7,5 por ciento en el sector privado no registrado”, detalló el organismo.
En tanto, el ajuste de 108,7 por ciento en los últimos 12 meses dejó a los salarios por debajo de la Canasta Básica Total, que tuvo un aumento del 123 por ciento entre junio de 2022 e igual mes de este año, en otras palabras, el costo de vida esencial aumentó 14.4 puntos porcentuales por encima de los sueldos. Incluso, esto se repitió en todas las ramas salariales, hasta la del sector público, que tuvo un ajuste anual del 121,4 por ciento y se ubicó 1,6 puntos por debajo de la CBT. La más perjudicada fue la del sector privado no registrado que para el mismo período interanual tuvo un ajuste en su índice salarial de sólo el 82,5 por ciento.
Lamentablemente, estas cifras reflejan sólo una parte de la crisis económica que atraviesa el país, que ha causado que argentinos y argentinas deban endeudarse o vivir en deplorables condiciones para poder subsistir ante los pocos ingresos económicos que perciben y la constante escalada de la inflación.