Mientras el Gobierno nacional sienta las bases del marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial en nuestro país, los diferentes sectores interesados en ser partícipes se preparan para la ola verde que se aproxima.
En nuestra provincia, con una Ley de acceso al cannabis medicinal bajo el brazo que espera ser reglamentada y una industria agropecuaria interesada en invertir en este sector, se asoman actores que hasta hoy eran ajenos a la temática, pero serán fundamentales en el camino hacia una nueva normalidad cannábica en la que por ejemplo, los profesionales de la salud puedan acompañar a sus pacientes que decidan hacer uso de la terapia con cannabis.
Desde la Fundación Científica Litoral impulsaron una encuesta sobre uso de cannabis medicinal en la población entrerriana con la idea de recabar información cuantitativa sobre las diferencias en las experiencias de usuarios de cannabis medicinal. MIRADOR ENTRE RÍOS dialogó con Pablo Basso, integrante de la entidad y promotor de la encuesta. Basso vive en Paraná, es bioquímico y especialista en epidemiología. Integra la Fundación, espacio desde el que junto a un grupo de personas que se vincularon trabajando en el Hospital San Roque, estimulan la formación de profesionales a partir de capacitaciones, congresos y jornadas de divulgación científica. “Últimamente estamos un poco más abiertos a las nuevas tendencias en salud, digo nuevas tendencias porque el sector convencional o tradicional de la salud todavía lo está tomando así. Si bien no queremos dar pasos que el sector no ha dado, actualmente estamos abocados a las nuevas terapias y nuevas maneras de ver la salud individual y la pública. Vamos tratando de abrir nuestras cabezas y ayudando a que otros también puedan hacerlo”, explicó el profesional.
Previo al inicio de la pandemia, desde Científica Litoral realizaron una jornada de debate sobre terapias complementarias y convencionales. “Sabemos que hay un grupo grande de gente que trabaja con el cannabis medicinal y se niega a considerarlo complementario, pero decidimos tomarlo así para al menos comenzar a incorporarlo, porque es un tema que nos resulta interesante para tratar”, señaló.
Resultados
“Nos llamó la atención que en una encuesta de más de 200 participantes, el 42% dice usar derivados cannábicos con efectos terapéuticos. Es un resultado, por lo menos para nosotros, sorprendente. Quizás para otros no, pero para quienes no estamos muy vinculados a la temática aún, nos resultó realmente sorprendente”, introduce el especialista en epidemiología. “Lo que ocurre es que el porcentaje de personas que tenían algún tipo de recomendación médica para usar cannabis, es realmente muy bajo. Fue menos del 30%. Se supone que todas las demás personas hacen uso de los derivados de la planta por indicaciones que vienen de un sector que no es profesional. Es decir, no se está atacando una patología con una receta médica como pasa en otros casos: el 61% de la gente dice que las recomendaciones no se las hizo su médico”.
Otra respuesta que preocupó a los profesionales de la Fundación es que poco más de la mitad de la gente manifestó no conocer a quien elabora el derivado cannábico que consume. Sin embargo, también manifestaron que algo que llama “poderosamente la atención es que de las personas que han usado derivados cannábicos para un fin particular, en un 83% opinan que el cannabis fue efectivo para lo que se lo usó”, indicó Basso.
“Pudimos notar una diferencia: entre los que tenían recomendación médica, que fueron los menos (30%) en ese caso, el 100% de los resultados fueron eficientes respecto al problema de salud. Mientras que quienes no obtuvieron recomendaciones médicas, el 21% no obtuvieron buenos resultados”, completó.
Este dato fundamental enmarcado en las legislaciones vigentes como el Reprocann y el rol que cumplen los médicos que indican cannabis en esa lógica, manifiestan la urgente necesidad de que los profesionales de la salud se interioricen en el tema, atiendan la demanda y puedan formarse de manera gratuita, para poder acompañar los tratamientos a base de cannabis, cuando sus pacientes así lo requieran.
Roles
Consultado sobre el rol del Estado en esta situación, Pablo consideró que “el Estado tiene que empezar a ofrecer posibilidades: no solamente en cuanto a la capacitación de los profesionales, sino también empezar a abrir las puertas de nuestros centros convencionales de atención de la salud, a la gente que utiliza el cannabis como terapia y que está formada para eso”.
“Hay una situación que se da con los profesionales que están formados en la temática y su queja habitual o su lamento científico, siempre ha sido que trabajan con algo que conocen como eficiente y que sin embargo lo tienen que hacer a escondidas. Realmente es inaceptable, cuando se sabe que es un tratamiento eficiente que causa un buen efecto cuando se usa para algunas patologías en particular”, completó Basso.
Congreso
Sobre la motivación para hacer un congreso este año, el epidemiólogo Pablo Basso explicó que “venimos dialogando con integrantes de algunas agrupaciones que trabajan la temática en nuestra provincia como APAC y algunos actores que estuvieron involucrados en la redacción y presentación del proyecto de Ley para accesibilizar el cannabis medicinal en Entre Ríos, y estamos invitando también al Ministerio de Salud para que nos acompañe en un Congreso que seguramente realizaremos en el mes de octubre. La idea es hacer unas instancias previas de charlas pre-congreso abiertas a todo público. Creo que es muy importante no sólo informar sobre los alcances de la ley sino que también empezar a informar un poco más sobre los alcances del propio cannabis y sus potencialidades”.
“Creemos que los profesionales de la salud son los que necesitan debatir esto mucho más que otros sectores, porque incluso creo que tienen actualmente menor grado de debate que la sociedad en su conjunto respecto al tema del cannabis medicinal. Me parece que será beneficioso hacer algo al estilo de los congresos médicos tradicionales, pero con este tema en particular, para apoyar el estudio y la visibilidad de nuevas líneas de investigación dentro del sector salud”, indicó Basso, al tiempo que abogó por contar con el aval del Ministerio de Salud, que estaría dando un grado de visibilidad que la temática todavía no tiene dentro del sector de los profesionales de la salud.
Guillermina Ferraris
redaccion-er@miradorprovincial.com