Las reservas internacionales finalizaron este viernes en u$s 42.454 millones, de acuerdo con los últimos datos oficiales, por lo que durante septiembre mostraron una disminución equivalente a u$s 388 millones.
El dólar blue cerró la semana a $131 y acumuló una baja de un $1, mientras el dólar oficial finalizó en alza en medio de renovadas ventas por parte del Banco Central para hacer frente a la demanda de divisas.
Según estimaciones privadas, este viernes el Banco Central tuvo que vender en torno a u$s 100 millones.
Ello se sumaría a los u$s 80 millones del jueves, los u$s 60 del miércoles y a otros u$s 80 millones de los que se desprendió el martes.
De ese modo, en las últimas cuatro jornadas la autoridad monetaria sacrificó en torno a u$s 320 millones para abastecer la plaza cambiaria.
El volumen negociado en el segmento de contado llegó en la jornada a u$s 312,489 millones, un rango en el que no se ubicaba desde junio último.
En el circuito financiero informal de la city el blue se mantuvo sin cambios frente al jueves, al tiempo que en la semana registró una baja de $1.
El dólar “ahorro”, por su parte, escaló este viernes ocho centavos, hasta los $102,87.
En comparación con la cotización del viernes de la semana pasada, el billete al que pueden acceder los ahorristas con un recargo del 30 por ciento subió 65 centavos en medio de una creciente demanda para dolarizar carteras.
Ante la persistente baja de reservas y la fuerte presión para adquirir moneda extranjera, el directorio del Banco Central autorizó a las entidades financieras a ofrecer depósitos atados a la evolución del dólar oficial.
En su reunión de directorio semanal, el organismo que conduce Miguel Pesce señaló que con la medida se busca potenciar “la captación de depósitos a tasa variable”.
El economista Amílcar Collante, del Centro de Estudios del Sur (CeSur): “Es una dinámica insostenible, teniendo en cuenta que el nivel de reservas netas perforó los US$7000 millones”.
El economista Guido Lorenzo de la consultora LCG, comentó: “Las cifras son contundentes: muestran que la discusión actual entre desdoblamiento o intervención en el mercado mediante bonos ya empieza a atrasar. Ninguno de los dos esquemas es sostenible: el primero es desprolijo y lleva riesgos de que el dólar no encuentre techo, y el segundo no garantiza éxito y tiene límites en el consumo de ventas de títulos públicos. Todo parece indicar que la economía en algún momento deberá operar con un tipo de cambio real más alto, el tema es que eso debería ser administrado y no se ve por dónde”.