El que alguna vez repitió la frase “la juventud está perdida” seguramente nunca escuchó hablar del Desafío Eco YPF, una competencia en la que se pone de manifiesto el ingenio y la creatividad de los más chicos. Para llegar allí, estudiantes de escuelas técnicas de todo el país debieron aplicar -guiados por docentes- una serie de conocimientos para diseñar y construir un automóvil eléctrico alimentado por baterías.
El histórico Autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires fue el punto de encuentro de este ejército de adolescentes provenientes de todos los rincones de la Argentina. En esta novena edición participaron 95 instituciones, entre los cuales se destacaron cuatro de la provincia de Entre Ríos: E.E.T. N°2 “José María Colombo” (Gualeguaychú), E.E.T. N°3 “15 de Noviembre” (Gualeguaychú), E.T. N°1 “Pablo Stampa” (Chajarí) y la E.T. N°4 “Pablo Roberto Broese” (Larroque).
Más allá de los resultados obtenidos en la pista, el objetivo primordial fue fomentar la investigación en sistemas de transporte alternativos no contaminantes, así como diseñar, producir, testear y competir utilizando nuevas tecnologías que cuiden el ambiente, en base a un reglamento técnico y un kit de fabricación aprobados y sorteados por la Comisión Deportiva Automovilística del Automóvil Club Argentino.
Durante meses, los grupos de trabajo se dedicaron a poner a punto el vehículo que saldría a pista con tres pilotos oficiales. En el camino fueron surgiendo desafío, pruebas y obstáculos, que fueron sorteados por los equipos y el acompañamiento de la gente y de firmas comerciales.
Anabel Perrone, directora de Fundación YPF, explicó que “es un proyecto que forma parte de la idea de transformar la secundaria, donde todos los docentes trabajan de manera multidisciplinaria con los alumnos”.
Por su parte, el expiloto de Turismo Carretera, Juan María Traverso, aseguró que “los chicos que están acá tienen la pasión de llegar a tener el mejor auto y el mejor equipo”.
Pruebas a superar
La actividad en el autódromo comenzó el sábado 30 de noviembre con las acreditaciones y las primeras pruebas. Con el transcurrir de los minutos, el escenario fue colmándose de espectadores apasionados por los fierros, familiares y amigos. En los boxes se respiraba un clima de amistad y compañerismo. Había risas y charlas, a pesar de los nervios a la hora de encarar las pruebas.
El Desafío ECO YPF consiste en cinco pruebas: Flying Lap, Setup Challenger, 1/8 Milla, Sprint Femenino y el Endurance, una competencia de 80 minutos de duración con recambio de pilotos a mitad del recorrido. La recarga de la batería era penalizada con tiempo extra, por lo que parte del desafío fue diseñar una estrategia para aprovechar la energía de la forma más eficiente.
La E.E.T. N°2 “Presbítero José María Colombo” de Gualeguaychú fue la que mejor se ubicó entre los colegios entrerrianos con un puesto 11°. El equipo estuvo integrado por Denis Gallop, Leonardo Falco, Milton Roldan, Adrian Gonzalez, Angel Carrizzo, Nahuel de la Cruz, Jose Jossi y los pilotos Martina Gette, Luciano Migueles y Santiago Pereyra, con la asistencia de los profesores Damian Ruíz Diaz y Alejo Milicich, además del acompañamiento de Corina Aguet, Matias Gette y Silvio Galan.
–¿Qué balance hacen de su participación?
– Estamos muy contentos por ese logro. Aprendimos cosas nuevas. En esta edición incorporamos alumnos de 4to, 5to y 6to año para tener alumnos el año que viene con el conocimiento incluido. Este es el camino que tenemos que seguir. La competencia es una carrera de regularidad, es decir, no necesariamente hay que ir rápido sino terminar la competencia con la carga de batería. Si bien uno no va a buscar resultados, la idea es ir progresando en la calidad que uno hace.
–No es la primera vez que participan, ¿Cómo les fue antes?
–En la primera edición anduvimos muy bien. En esa oportunidad había 50 autos inscriptos y solamente 18 terminaron. Para nosotros terminar la competencia y que la parte técnica-mecánica y deportiva haya funcionado fue un logro importante.
Retos
–¿Cómo fue el trabajo para llevar al Desafío?
–El proyecto se hizo fuera del horario de clases. Tanto docentes como alumnos nos quedamos por varias horas trabajando en el armado del auto. La comunidad y las empresas nos han ayudado para poder pagar la inscripción (que es cara) y viajar. Lo bueno también es que tenemos la posibilidad de vivir experiencias con alumnos de otras escuelas técnicas.
–¿Cuándo comenzó el armado del prototipo?
–En junio. Ahí hicimos el diseño de aerodinamia y luego el chasis. Una vez inscriptos, la organización te manda el Kit que contiene las partes para el motor y la batería. Se convocó a todos los chicos a partir del 5to año de electromecánica en adelante. Como son actividades extras se van quedando los que tienen la voluntad y el compromiso de dedicarle tiempo a esto. El equipo estuvo conformado por 10 estudiantes. En el momento de la competencia solamente puede haber 6 y uno de ellos es designado jefe de equipo.
–¿Cómo los viste a los chicos?
– Los chicos estaban muy contentos y no imaginaron todo el movimiento que se genera.
José Prinsich
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