La ANMAT ya ha autorizado la prueba que impulsa un consorcio de investigadores del Conicet y de distintos laboratorios y universidades.
En Argentina la ciencia también busca avanzar con una vacuna contra la pandemia de coronavirus y en las últimas horas se conoció que lograron la aprobación de un protocolo clínico para aplicar en humanos la ivermectina. Dicha droga logró contener el COVID-19 en ensayos de laboratorio.
El protocolo prevé que se indicará la droga en pacientes que atraviesan la fase temprana de COVID-19 y que no hayan requerido internación en terapia intensiva. En esa instancia se evaluará la respuesta del fármaco en disminuir la concentración de virus en la secreción respiratoria.
En los próximos días se convocarán a 45 pacientes voluntarios afectados por la enfermedad y les suministrarán dosis de la fórmula que se usa para el control parasitario en animales desde hace 40 años.
Los voluntarios firmarán un formulario de consentimiento y no tendrán que exponerse a prácticas invasivas. Responsables, explicaron: “Ellos recibirán dosis controladas de la droga para verificar su éxito en el organismo. El fármaco está formulado en comprimidos o tabletas. Solo les pediremos más análisis o hisopados, para estudiar la evolución del virus atacado por la ivermectina”.
El consorcio científico será el responsable del proyecto que intentará determinar el efecto del fármaco en infectados que atraviesan la primera fase de la enfermedad. Es un equipo que estará dirigido por Alejandro Krolewiecki, del Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales, de la Universidad Nacional de Salta (IIET- UNSa).
El proyecto fue presentado en la Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo y la Innovación y consiguió 100 mil dólares para su financiamiento. El de la ivermectina es uno de los 64 proyectos que serán solventados por ese organismo nacional, que recibió unas 900 carpetas con propuestas para distintos abordajes sanitarios, económicos y sociales de la pandemia.
Los laboratorios del Garrahan y de la UNQ serán el soporte para analizar las muestras extraídas a los voluntarios. Se realizarán varios hisopados y estudios de sangre para determinar la cantidad de virus en las secreciones respiratorias de quienes tomen dosis de ivermectina.
Carlos Lanusse, director del Civetan, aclaró: “No debemos generar expectativas desmesuradas. Entendemos que hay un profundo interés en relación con este tema porque existe una necesidad de buscar alternativas para el tratamiento farmacológico del COVID-19. Pero todo requiere una corroboración científica. Estamos encaminados y el resultado tendrá absoluta seriedad”.
La ivermectina es una droga semisintética que se obtiene a partir del fermento de un hongo al que se le realiza una modificación química en el laboratorio.