Gabriel Baldi
Se trata de uno de los momentos más esperados de cada temporada por la Unión Entrerriana de Rugby (UER). Es que el país y distintas naciones limítrofes dicen presente en Paraná y en consideración, la capital provincial se engalana.
El Seven de la República es motivo de fiesta, puesto que es el acontecimiento en el que todos se encuentran y la Unión Argentina de Rugby (UAR) cierra su calendario oficial.
El domingo anterior, concluyó el paso de dos certámenes vibrantes disputados por primera vez de manera separada en dos fines de semana. Femenino, primeramente y masculino, después, para cerrar el ciclo de rugby 2019.
En el plano deportivo, Tucumán hegemonizó la competencia al consagrarse tanto en damas –mayores y juveniles– como en caballeros.
El nivel de juego quizás no haya sido el más elevado, con innumerables errores no forzados que evidenciaron el desgaste de un calendario intenso, tal vez superior al de años anteriores.
Los escenarios, tanto el anexo El Plumazo del Club Atlético Estudiantes como en el campo de deportes La Tortuguita, del Paraná Rowing Club, lucieron acordes a la ocasión.
La actuación de Entre Ríos reflejó en cuanto al posicionamiento obtenido, un paso atrás respecto a otras ediciones. El conjunto femenino terminó octavo (el año pasado fue séptimo). Registró un empate, una victoria y dos derrotas. Mientras que el masculino concluyó decimocuarto (en 2018 fue octavo). Sumó una igualdad, dos triunfos y tres caídas.
Más allá de eso, hubo muestras claras de que el plan por parte de los staffs es próspero y hay que seguir con un trabajo estable y darle continuidad a un proceso que puede llegar a dar sus frutos, con jugadores jóvenes y representantes de toda la provincia, hecho que hacía mucho no sucedía.
Una marca registrada
El Seven de la República se convirtió con el transcurso del tiempo en una firma indeleble del rugby argentino, que tiene lugar durante cada diciembre en Paraná.
Por historia, prestigio y popularidad, el torneo trasciende incluso el plano estrictamente rugbístico.
Cada quien disfrutó el encuentro a su manera. Los protagonistas, jugando. Lo más lindo que tiene el deporte. Los árbitros buscaron distenderse y aprovechar el único momento del año en que la gran mayoría puede verse cara a cara. Los directivos estrecharon vínculos y cerraron aspectos vitales del desarrollo de la temporada que viene. Y los trabajadores de prensa, usaron su espacio laboral para compartir las experiencias.
Como es habitual, la prensa especializada de todo el país se reencontró en Paraná. En esta edición, hubo trabajadores de medios de Santa Fe, Rosario, Córdoba, Buenos Aires, San Juan, Catamarca y por supuesto de todo Entre Ríos.
Una cofradía de periodistas ya conocidos entre sí, volvió a verse las caras para despedir la temporada. En diferentes funciones, todos trabajaron ayudándose de modo mutuo. Ya sean de medios gráficos, digitales, televisivos y radiales; fotógrafos o camarógrafos, todos se desempeñaron de manera mancomunada y colaborativa, tal como sucede habitualmente en un clima de amistad y trabajo que suele darse durante muy pocas veces en el ámbito de la prensa.
No obstante, sin la complicidad y la voluntad de los artífices del rugby local, sería imposible la perfección del cónclave.
Los principales clubes paranaenses se vistieron de fiesta para agasajar a dirigentes, delegaciones y periodistas que llegaron principalmente el último fin de semana, provenientes de diferentes puntos del territorio nacional.
El Club Tilcara brindó su tradicional recibimiento de apertura, el viernes por la noche. Rowing deleitó a los presentes con su típico menú de pescado a la vera del río mientras que el CAE, ofreció su menú al disco en el predio del golf.
La hospitalidad se hizo sentir también con la entrada gratuita a ambas sedes, aunque se esperó más gente de la que asistió.
Los congresos de referees y médicos, volvieron a realizarse con singular éxito, al igual que la última reunión de presidentes de Uniones del año. En el lugar, se habló de un eventual cambio de formato del Seven de la República, desarrollándolo en tres días y otra vez unificado. Aunque la versión terminó descartándose de plano.
El compromiso en la organización logística de la UER y la generosidad con la que la provincia recibe año a año al país, prevalecen en cada temporada y son argumentos esenciales para que la UAR opte por reiterar la cita en la capital provincial desde hace 31 años.
Esta vez, no fue la excepción y el saldo volvió a ser sumamente positivo, según lo argumentó el titular de la entidad que rige al deporte provincial, Nelson Di Palma.
“Fue una gran satisfacción haber recibido al país una vez más. Creo que esta comunión existente entre la UER y sus clubes hacen posible que el balance haya sido muy positivo”, indicó el directivo en declaraciones a Mirador Entre Ríos.
A su turno, Jaime Barba, vocal por Entre Ríos en la UAR, indicó: “En lo personal disfruté por partida doble. Por un lado por ser entrerriano y contar con el Seven de la República una vez más en mi ciudad y por otro, al llegar mediante la UAR, entidad que está sumamente conforme con el certamen y el esfuerzo que realiza la UER por realizarlo de la mejor manera temporada tras temporada”.
Respecto a los rumores que suelen circular sobre la posibilidad de que la cita emigre de Paraná, Barba despejó dudas y señaló: “Paraná seguirá siendo la capital nacional del Seven y en la medida que la Unión Entrerriana de Rugby siga realizando el torneo de esta manera, este evento será inamovible de la ciudad”.
Impresiones
A pesar de que el objetivo del seleccionado entrerriano femenino era insertarse en entre los mejores cuatro de la competencia, las impresiones fueron buenas. De hecho, gracias a su performance, la villaguayense Antonella Reding volvió a ser convocada (por segunda vez en su carrera) al representativo argentino para disputar el Desafío Beach Rugby en Río de Janeiro.
En esta rama, las Naranjas empardaron a Buenos Aires en cantidad de títulos, dividiéndose dos para cada uno.
En varones, la Unión de Rugby del Uruguay denotó su mejor actuación histórica en el Seven de la República al concluir segundo, para cerrar un gran año. Su participación mundialista en Japón, el ascenso al Salón de la Fama de World Rugby de su referente histórico, Diego Ormaechea y la inserción del primer equipo profesional en el país, como será Peñarol, para disputar la flamante Superliga Americana, fueron algunos de los factores distintivos.
Los Teros, así como Nordeste que por segundo año seguido terminó cuarto; Córdoba que se mantiene entre los mejores; Buenos Aires que con un gran equipo concluyó quinto y, Salta que descendió, terminaron siendo algunas de las notas salientes de esta edición. Una más, para la historia.