Así lo anunció este domingo el presidente. La propuesta alcanza a títulos de deuda con distintas características y vencimientos, por unos u$s 64.800 millones.
La “oferta final” a los acreedores por el canje de deuda en moneda extranjera estará vigente hasta fines de agosto y será presentada formalmente en las próximas horas ante el Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC).
Así lo anunció hoy el presidente Alberto Fernández, al advertir que se trata del “máximo esfuerzo que podemos hacer, por eso esperemos que los acreedores comprendan”. La propuesta alcanza a títulos de deuda con distintas características y vencimientos, por unos u$s 64.800 millones.
Según pudo saber la agencia NA, la nueva oferta definitiva ofrecerá abonar intereses devengados hasta el 31 de agosto de 2020 a quienes adhieran.
Este incentivo no figuraba en la primera oferta oficial y fue ideado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, para tratar de destrabar finalmente la negociación.
Así, quienes ingresen primero al canje recibirían un valor presente neto mayor (VPN) que los que se abonará a los que se sumen porque finalmente se alcance una masa crítica y no les quede otra opción.
Además, propondrá abonar los cupones desde el 1 de septiembre de 2021, cuando en la oferta original se había establecido el 15 de noviembre de 2023, es decir, se anticipan 26 meses.
Por otro lado, la oferta reconocerá los derechos de los fondos con bonos canjeados en 2005 y 2010.
“La oferta va a estar abierta hasta fines de agosto, es un esfuerzo enorme el que hemos hecho para cumplir con nuestra palabra; nuestra palabra era poder hacer un acuerdo que le permita a la Argentina cumplir con los acreedores y que nos permita a los argentinos no postergar más a los que ya están muy postergados”, dijo el Presidente.
“Hemos hecho un enorme esfuerzo, la propuesta que hicimos es el máximo esfuerzo que podemos hacer, por eso esperemos que los acreedores comprendan y la sociedad argentina entienda también que pedirnos más esfuerzo significa empezar a fallar con la promesa tomada”, añadió Fernández en declaraciones a FM Milenium.
Fuentes del Ministerio de Economía consultadas por NA estimaron que la propuesta ingresará formalmente a la SEC en las próximas horas, por lo que saldría publicada en el Boletín Oficial de este lunes.
“Espero que las conversaciones, que están bastante bien encaminadas, terminen bien”, dijo el jefe de Estado.
Sobre la propuesta, Fernández sostuvo que “si esto se analiza racionalmente ni siquiera se le está pidiendo a alguien que pierda, se le está pidiendo que deje de ganar lo que estaba ganando en exceso”.
“El gobierno anterior dio condiciones a los títulos insólitas, condiciones que el mundo no daba, y les permitió ganancias a esos acreedores que el resto del mundo no les reconocía. Yo solo les estoy pidiendo que ganen como ganan en el mundo, no que ganen como Macri los dejó ganar”, enfatizó.
Al existir cláusulas de acción colectiva (CAC), hay porcentajes mínimos de adhesión para cada una de las series de bonos.
Una vez que se alcanzan estos umbrales, el resto de los tenedores están obligados a ingresar a la operación y deben, entonces, canjear sus títulos por los nuevos que se ofrecen.
A lograr esos niveles de adhesión básicos apunta el Gobierno para lograr avanzar con el canje que despeje los vencimientos de los próximos tres años.
Según algunos lineamientos que trascendieron en las últimas horas, los primeros bonistas que acepten esta oferta final recibirán un papel por un valor mayor, de alrededor de 53,5 dólares por cada 100.
Pero los que no acepten de entrada, y siempre y cuando finalmente se llegue a cumplir con las cláusulas de acción colectiva, se quedarán sin ese bono y obtendrán un valor de aproximadamente u$s 52,20.
El ministro de Economía decidió fijar, además, un umbral mínimo de aceptación en el nivel general, que surge de la sumatoria de todos los bonos.
Así, se busca llegar a determinado porcentaje de aceptación de la propuesta para el total de los bonos.
Ese porcentaje se ubicará por debajo de lo que establecen las cláusulas de acción colectiva, de alrededor del 66%.
El umbral que buscaría imponer Guzmán en esta propuesta final se acerca más al 60%, que es una meta más factible de alcanzar según los números con los que especula el Gobierno.
Uno de los mayores obstáculos con el que chocan las expectativas del Gobierno argentino es el fondo de inversión BlackRock, cuyo CEO, Larry Fink, es un lobbista de primer orden en Estados Unidos.
BlackRock -que al principio de la negociación parecía unos de los fondos abiertos a llegar a un acuerdo pero luego mutó en una posición casi intransigente- influye en las decisiones de los grupos de acreedores Ad Hoc y Exchange.
La propuesta que llevará ahora la Argentina buscará romper esa alianza y tratar de forzar a BlackRock a incorporarse al acuerdo beneficioso para ambas partes o “win win”, como lo llaman en la jerga del mundo de los negocios.