“Dependemos en gran medida del agua subterránea, pero mucha gente no lo sabe. El Día Mundial del Agua 2022 debe ayudar a que la sociedad civil, el sector privado, las organizaciones internacionales y los gobiernos sean conscientes de que es necesario conseguir que el agua sea más visible”, asegura Abou Amani, director de la División de Ciencias del Agua de la Unesco.
En Argentina, el agua es fundamental para el desarrollo sostenible e inclusivo: “Es vital para el desarrollo de su población, al tiempo que desempeña un papel clave en sectores económicos estratégicos. Más allá de su importancia en el uso doméstico, el agua en nuestro país es un actor importante en la economía: es fundamental para la agricultura que es la fuente principal de divisas, el 26% de la energía proviene de fuentes hidroeléctricas, más del 50% de la demanda industrial proviene de sectores con alta dependencia al agua (alimentos, bebidas, productos químicos), el 84% de las exportaciones salen por el agua, es decir, por la hidrovía Paraná-Paraguay”, detalla el último reporte del Banco Mundial Valorando el Agua.
A nivel ambiental, Argentina tiene 5,6 millones de hectáreas de humedales y 53.6 millones de hectáreas de bosques nativos, ambos ecosistemas donde el agua cumple una vital importancia -pero muchos activos están bajo distintos grados de amenaza, detalla el informe-.
La importancia cuantitativa de las aguas subterráneas es mayor que la de las aguas superficiales, pero, al ser un “recurso oculto” con un mayor grado de inaccesibilidad, prevenir la contaminación, efectuar el seguimiento y restaurar su estado puede resultar más complejo que en las aguas superficiales.
A diferencia del agua superficial, el agua subterránea se mueve muy lentamente, lo cual tiene ventajas y desventajas: al moverse despacio, se produce un efecto de depuración natural de contaminantes orgánicos; pero también implica que es un recurso cuya gestión no es inmediata, de modo que cualquier acción tarda años en completar el ciclo.
“Un tesoro subterráneo”
Compartimos una columna escrita por la Lic. Cecilia Aquino, docente Licenciatura en Nutrición de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, en la que destaca la necesidad de concientizar sobre la importancia de las aguas subterráneas, que comprenden casi toda el agua dulce líquida del mundo:
Debajo de nuestros pies se esconde un tesoro subterráneo que enriquece nuestras vidas: casi toda el agua dulce líquida del mundo es agua subterránea. Es por este motivo que debemos tomar conciencia de que mientras el cambio climático empeore, las aguas subterráneas se harán cada vez más críticas.
En el mundo existen 2 mil millones de personas que carecen de agua potable, el Día Mundial del Agua nos recuerda la necesidad de adoptar medidas que ayuden a paliar la crisis mundial del agua y concientizar sobre su uso racional. El lema de este 2022 hace foco en las aguas subterráneas, que son invisibles, pero su impacto es visible en todas partes.
Luego de alimentar manantiales, ríos, lagos y humedales, estas aguas finalmente se filtran a los océanos. Su principal fuente de recarga son la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo y pueden extraerse a la superficie por medio de bombas y pozos.
El agua dulce subterránea representa la base del suministro de agua potable, los sistemas de saneamiento, la agricultura, la industria y los ecosistemas.
El agua salubre y accesible -ya sea para beber, uso doméstico, producir alimentos o fines recreativos- es importante para la salud pública. Por el contrario, cuando se contamina es transmisora de enfermedades. Según la organización Mundial de la Salud, “los servicios de agua y saneamiento inexistentes, insuficientes o gestionados de forma inapropiada exponen a la población a riesgos prevenibles para su salud”.
En nuestro país se encuentran los acuíferos Puelche y Guaraní, este último es uno de los reservorios de agua subterránea más grandes del mundo: en el subsuelo, ocupa una superficie mayor que las de España, Francia y Portugal juntas. Hace ya dos años, en noviembre del 2020, entró en vigencia la Ley 26.780 que aprueba el acuerdo sobre el Acuífero Guaraní celebrado entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay por el que se establece que los Estados parte “se comprometen a promover la conservación y la protección ambiental de manera de asegurar el uso múltiple, racional, sustentable y equitativo de sus recursos hídricos”.
Según los indicadores de Naciones Unidas, en Argentina sólo el 18% de los recursos proveedores de agua poseen buena calidad de agua ambiental, en comparación con otros países de la región. Solo el 51% de la población cuenta con saneamiento gestionado de forma segura (posibilidad de separar higiénicamente excrementos de contacto humano) y solo el 36% tiene tratamiento adecuado de aguas domésticas.
Los profesionales de la Nutrición, junto a instituciones y organizaciones, participamos activamente para gestionar de forma sostenible este preciado recurso. Para ello, en áreas donde se elaboran alimentos para comunidades, los nutricionistas sugerimos seleccionar cuidadosamente materiales, electrodomésticos y métodos de cocción que sean eficientes en el uso de agua y energía.
El agua segura que obtenemos de las canillas o grifos como de técnicas hogareñas para potabilizarla, promocionan la salud de las personas y mejoran el medioambiente construyendo un lugar de calidad para nuestras vidas. Estrategias que fomenten la calidad y el uso racional del agua, son necesarias.