El directorio de la entidad terminará de definir este jueves que hará con las tasas, que se ubican en 118% anual.
Los economistas no coinciden sobre la actitud que tomará mañana el Banco Central (BCRA) en torno a subir o no la tasa de interés, tras conocerse la elevada inflación del 12,4% en agosto.
El BCRA terminará de definir este jueves que hará con las tasas, que se ubican en 118% anual, y tienen impacto sobre las inversiones en depósitos a plazo fijo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió tras el último acuerdo mantener las tasas en terreno positivo frente a la inflación, y conocido el dato de agosto podría haber cambios.
El economista jefe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, Federico Zirulnik, opinó que si el BCRA “quiere seguir sosteniendo una tasa positiva, va a tener que volver a subirla”.
“Hay que tener en cuenta que, más allá del pico de agosto, como consecuencia de la devaluación y las medidas anunciadas, es probable que, para septiembre, baje algo la inflación”, respecto de la del mes previo, aventuró.
Contra una inflación de agosto del 12,4%, el BCRA debería subir las tasa una vez más, según Camilo Tiscornia, director de CyT Asesores Económicos, al apuntar que “debería ser más alta” con relación a la inflación prevista.
No obstante, Tiscornia consideró “muy probable que no la suba, teniendo en cuenta que es una medida que agravaría el déficit cuasi fiscal”, por los intereses que el BCRA le paga a los bancos por las letras de liquidez.
El economista Sergio Chouza, director de Consultora Sarandí, opinó que todo indica que “la actitud más prudente, hoy, sería dejar la tasa del plazo fijo estable, más allá del fogonazo inflacionario de agosto”.
Por su parte, Alejandro Giacoia, de Econviews, también puso en duda la suba, al recordar que si bien “existe el compromiso de mantener tasas reales positivas, el BCRA puede especular con que baje la inflación en septiembre, algo que no creo que pase, y por eso se quede en este nivel”.
En mayo, con tan solo días de diferencia y en medio de un fuerte salto cambiario, el equipo económico decidió volver a incrementarla y llevó el rendimiento de las colocaciones tradicionales al 97%.
La quinta y, hasta el momento, última suba de tasas se dio luego de la devaluación del 22,45% del 14 de agosto, cuando el directorio del BCRA optó por subir otros 21 puntos llevándola al 118% nominal en línea con la recalibración del nivel del tipo de cambio oficial que se fijó en $350 hasta finales de octubre.