Tras una demanda recalentada en los inicios de agosto, la pregunta es si se trata de cambio de tendencia o es un alivio apenas temporario.
Fue como una bocanada de oxígeno para un Banco Central con las reservas bajo presión. Aunque en la primera semana de agosto tuvo que desprenderse de 436 millones de dólares de las reservas para atender la fuerte demanda de dólares por parte de los ahorristas que habitualmente se da en la primera semana del mes, esta semana la tendencia cambió.
Es así que, por fin, el organismo que preside Miguel Pesce se convirtió nuevamente en comprador de dólares para recomponer las reservas. Entre lunes y martes habría comprado entre 50 y 60 millones de dólares, según estimaciones de los principales operadores del mercado.
“El lunes compró alrededor de 40 millones y el martes entre 20 y 30 millones”, señaló Gustavo Quintana, analista de PR Corredores de Cambio, para quien en el comienzo de esta semana el Central habría comprado entre 60 y 70 millones de dólares.
Para Sebastián Centurión, operador de ABC Mercado de Cambios, la cifra estuvo un poco por debajo de ese número final cuando se suman lunes y martes.
“El lunes compró más de 20 según nuestras estimaciones, -aunque hubo algunos que hablaron de 40 millones- y el martes fueron unos 10 millones los que se llevó”, le dijo a iProfesional. Y aclaró que “son estimaciones que hacemos los operadores y no se pueden confirmar hasta que el Central difunda sus números oficiales, pero es lo que vemos en las pantallas”.
Por su parte Quintana sostuvo que las ventas que tuvo que hacer el Banco Central en la primera semana de agosto se debieron no solamente a la vocación dolarizadora de los ahorristas sino a problemas del lado de la oferta. Es decir, la peor combinación para quien debe cuidar las reservas.
“Se explica por la fuerte demanda de dólares que la gente hace a principios de mes, pero también porque mermaron las ventas de los exportadores, que estuvieron un poco por debajo de las ventas promedio, que suelen estar en los 100 millones de dólares diarios”, afirmó Quintana.
Oferta y demanda.
La caída en la oferta de dólares es algo habitual a esta altura del año, porque se está acabando la época de la liquidación de divisas de la cosecha que comenzó entre abril y mayo. Y esta cuestión estacional hace que, hasta que comiencen a liquidar la cosecha siguiente en noviembre, hay menos dólares de parte de los exportadores para ser vendidos en el mercado.
Lo cual pone una nota de alerta para los próximos meses, que el Central deberá atravesar con un pico negativo de oferta de divisas.
Los operadores creen que lo ocurrido en el arranque de agosto -es decir, la combinación de una oferta en baja con una gran demanda de dólares de parte de los ahorristas particulares que una vez más renovaron su fe en la divisa estadounidense comprando los 200 dólares que el cepo les permite al principio del mes- volverá a obligar a salir al Banco Central a salir a vender divisas en el mercado.
De todas formas, en el cortísimo plazo hay un alivio. Esta semana comenzó con mejores aires, ya que el lunes los exportadores habrían vendido 125 millones de dólares, un 25% más de lo habitual y ayer martes también habrían superado los 100 millones promedio. Esto ayuda al Banco Central a mantener sus dólares quietos en las arcas de las reservas y no tener que recurrir a ellos para abastecer la fuerte demanda del mercado minorista.
Centurión consideró que “el Central estará más tranquilo si aumentan las liquidaciones de los exportadores, tal vez haya algunas ventas atrasadas que se están realizando ahora porque normalmente esta es una época en la que los exportadores venden entre 80 y 100 millones de dólares por día, pero este ha sido un año muy especial y puede haber operaciones atrasadas”.
Un ojo en el campo, otro en la brecha.
En julio, los exportadores liquidaron 2.296 millones de dólares, lo que representó un incremento del 1,83% con respecto a julio de 2019 y un aumento del 2% con respecto a junio pasado, según informó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 40% de las exportaciones argentinas.
Hay quienes, pese a todo, mantienen el optimismo. “Después del arreglo de la deuda, no vemos una demanda desesperada, creo que eso y las conversaciones con el Fondo Monetario pueden traer tranquilidad al mercado y aminorar la demanda de dólares”, dijo el analista de ABC Mercado de Cambios.
Desde el Banco Central ya dieron a entender que, pese a lo que Pesce había dicho antes de que se cerrara el canje de la deuda, ahora que la reestructuración de los bonos en default es un hecho, no habrá flexibilización del cepo y el límite de los 200 dólares por persona por mes continuará vigente.
Sin embargo, en el Gobierno están preocupados por la famosa “brecha cambiaria”, que es la diferencia de precios entre el dólar oficial -el mayorista cerró a $ 73, el minorista $ 7,16 y el solidario a $100,30- y los dólares bolsa (MEP y contado con liqui) o el dólar blue o paralelo.
“No estoy seguro de que en el Gobierno lo vean como un problema realmente grave al tema de la brecha, pero hay que tener en claro que cuando hay controles de cambio tan estrictos siempre hay brecha”, dijo Quintana.
Para Federico Furiase, economista de la consultora EcoGo, el tema de la brecha cambiaria es clave. “Tiene que bajar la brecha y también el riesgo país, y para ello además de cerrar el canje exitoso de la deuda tiene que haber una señal de consolidación fiscal en el marco de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, sostuvo.
Además, consideró que “sería necesario mejorar la tasa de interés a la que el mercado puede tomar pesos y presionar sobre la brecha, especialmente en un contexto en que hay tanto excedente de liquidez”.
Habrá que ver si el Banco Central está dispuesto a subir la tasa de interés aún más de lo que ya la incrementó (subió tres veces en lo que va del año y está en 33% para los plazos fijos minoristas y mayoristas) con el fin de atraer a quienes tienen pesos y evitar que se vayan al dólar. Todo sea por conservar los dólares en las reservas.
Fuente: Candelaria de la Sota / Iprofesional