Este incremento en el valor de los alimentos del origen (campo) a la góndola (destino) se explica por la combinación de sequía con la ola de calor y algunas heladas tardías que dañaron la producción. En tanto que la caída del poder adquisitivo limitó que estos costos se trasladaran íntegramente a góndola, indica la Came en su informe.
Entre los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios del campo a la góndola, se encuentran la mandarina (7,2 veces), la manzana roja (6,4), el limón (5,7), el ajo (5,3) y la acelga (5,1).
En el desagregado, el Ipod frutihortícola (conformado por los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta) se multiplicó 3,9 veces en febrero, por lo que el consumidor pagó 3,9 pesos por cada 1 peso que recibió el productor frutihortícola.
En el caso del Ipod ganadero, los cinco productos y subproductos que componen la canasta mostraron una variación de 2,9 veces.
La mandarina fue el producto con mayor brecha entre el productor y el consumidor. Los precios sólo registraron variaciones en uno de los extremos de la cadena: el consumidor. Mientras que en origen no hubo incremento, este cítrico tuvo un aumento mensual en góndola de 34 por ciento.
Por su parte, los precios del limón, cítrico que también ha sufrido los embates de las inclemencias climáticas, registraron una suba del 17,1 por ciento en los precios al productor y 11 por ciento al consumidor, detalla Came en su informe.
La manzana roja registró una suba mensual de 41 por ciento en los precios al productor y una baja de 9 por ciento en destino, mientras que las hortalizas como el ajo obtuvo una caída de 14,3% en los precios al productor y no mostró variaciones en góndola,
La acelga tuvo un aumento de 6 por ciento en origen y un 43 por ciento en destino, debido a las recurrentes sequías y altas temperaturas que quemaron las verduras de hoja verde, especialmente en los cinturones verdes de La Plata y Santa Fe.
Entre los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor, se encuentran dos productos de origen animal y tres fruto-hortícolas.
La baja brecha entre origen y destino de productos y subproductos ganaderos se debió a que los huevos (2) y el pollo (1,6), por lo general, tienen sistemas de producción integrados, lo que significa que todos los actores de sus respectivas cadenas de valor son parte del riesgo del negocio.
Además, los precios del pollo subieron 48,3 por ciento al productor y 7,5 por ciento a los consumidores, debido al avance de la gripe aviar en la región.
En el caso del pimiento (1,1 veces), el producto con la brecha más baja del mes, los precios al productor aumentaron un 70,1 por ciento, al consumidor bajaron un 24 por ciento.
Por su parte, la lechuga (1,4) y el brócoli (1,9), registraron un aumento en origen de 93,5 por ciento y 76,1 por ciento, respectivamente, en tanto en destino disminuyeron 2,5 por ciento en el primer caso, y aumentaron 12,5 por ciento en el segundo.