La última oferta que habían hecho las autoridades de Educación y Economía a la representación gremial llevaba el mínimo de una docente inicial a $ 32.600. Esta cifra fue rechazada y disparó una serie de medidas de fuerza: Agmer lanzó un plan de lucha que acumuló paros el 1,2,8, 19, 25 y 26 de marzo y la instalación de una carpa blanca frente a la sede gubernamental y al CGE que permanecerá allí hasta que se logre acordar un haber acorde a los planteos de la entidad sindical.
El principal gremio reclama que la mejora salarial recupere la pérdida del poder adquisitivo de 2020 (36 puntos de inflación) y que tenga una tendencia a seguir el ritmo de los precios en 2021.
En el último Congreso de la entidad, se definió que si este lunes el Gobierno no lleva una propuesta “que amerite ser analizada” habrá dos nuevas jornadas de huelga el martes 30 y el miércoles 31.
Con las aulas abiertas
“Decidimos convocar a los gremios docentes para continuar con el diálogo que nos permita alcanzar puntos de acuerdo para que no perdamos días de clases, que son tan valiosos en este contexto”, dijo el gobernador Gustavo Bordet al adelantar el llamado a los gremios.
“Siempre hemos mantenido una actitud de escucha y diálogo en el marco de las condiciones con las que cuenta la administración de los recursos del Estado. Hemos hecho los máximos esfuerzos para garantizar una vuelta a clases presenciales que nos permita desandar el camino del año pasado, y trabajamos en red con los actores de la comunidad para llegar a cada rincón de la provincia con contenidos educativos”, resaltó el mandatario.
Por último, sostuvo que “habrá un nuevo encuentro con los gremios docentes todas las veces que hagan falta, para que los docentes puedan desempeñarse en mejores condiciones y, principalmente, para que nuestras niñas, niños y jóvenes no pierdan días de clases, porque sabemos de las consecuencias que eso trae en las trayectorias educativas”.