La tendencia creciente de casos de sífilis en la Argentina llegó a un pico histórico y mantiene una curva ascendente, convirtiéndose así en la infección de transmisión sexual (ITS) que más cantidad de casos en aumento reporta. En ese sentido, con 32.293 casos en 2023, el organismo registró la mayor cantidad de contagios de las últimas tres décadas, por lo que advirtió que “continúa siendo un importante y creciente problema de salud pública”.
Según se desprende del último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) que realizó el Ministerio de Salud, durante el periodo 2018-2023, en Argentina se notificaron al sistema nacional de vigilancia un total de 129.620 casos de sífilis en población general.
Los casos y tasas mostraron una curva ascendente entre 2018 y 2019 y un descenso, en los años 2020 y 2021 producto de la pandemia por coronavirus. Pero en el año 2023 se registraron números récord, con 32.293 casos, a razón de 88 por día, lo que significa la mayor cantidad de contagios de las últimas tres décadas.
Al compararlo con las décadas anteriores, el incremento de incidencia se vuelve aún más pronunciado. Al respecto, en 1994 se detectaron menos de 3.000 casos de sífilis, manteniendo una suba hasta 2005. A partir de ese año, se mostró una retracción durante ocho años, pero el aumento retornó y se mantuvo vigente desde 2013, a excepción de los años pandémicos, que reportaron menos contagios en comparación (10.590 en 2020 y 12.131 en 2021).
“A partir de 2022, y en ocasión del cambio de modalidad de notificación que se basa a partir de entonces en registros nominales, se retomó la tendencia ascendente de casos y tasas, llegando a una tasa de notificación que supera los 69 casos cada 100.000 habitantes”, sostuvo el informe del Ministerio de Salud.
Respecto a los grupos etarios más afectados, se detectaron mayor cantidad de contagios en las edades de 20 a 24 años, seguido por los 25 a 29 años y 30 a 35 años, con una tasa de incidencia de 219, 185 y 126 casos cada 100 mil habitantes respectivamente. En cuanto al sexo, se aprecia un predominio femenino (55,4 por ciento), especialmente entre los 15 y 39 años, siendo que a partir de los 50 la mayor cantidad de contagios corresponde al sexo masculino.
¿Qué es la sífilis y que ocasiona en el cuerpo?
“La sífilis es considerada un problema relevante de salud pública, que dispone de medidas eficaces para su prevención, diagnóstico, tratamiento y control. El desafío sanitario es la organización integral e implementación de la respuesta para minimizar el impacto en la salud de la población”, destacaron desde el Ministerio de Salud.
Se trata de una enfermedad de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema Pallidum, cuyo principal reservorio es el humano, y que se adquiere principalmente por contacto sexual con una persona infectada (generalmente por el contacto con úlceras infecciosas presentes en la región genital, el ano, el recto, los labios o la boca); por transmisión perinatal por vía transplacentaria o durante el parto, o por transfusión de sangre. La transmisión sexual ocurre típicamente durante la sífilis primaria, secundaria o latente temprana.
La evolución natural y sin tratamiento de la sífilis se divide en tres etapas:
Sífilis temprana: transcurre dentro del primer año de adquirida la infección e incluye los siguientes estadios: sífilis primaria, sífilis secundaria y sífilis latente temprana.
Sífilis tardía: transcurre luego del primer año de adquirida la infección e incluye los siguientes estadios: sífilis latente tardía y sífilis terciaria.
Neurosífilis: transcurre en cualquier estadio de la infección de manera sintomática o asintomática
Los síntomas varían entre hombres y mujeres y a través de sus diferentes etapas: primaria, secundaria, latente y terciaria, como explica la Clínica Mayo. Durante la etapa primaria, los síntomas de la enfermedad en ambos géneros comienzan con la manifestación de un chancro, que es una úlcera redonda y firme, generalmente indolora, que aparece en el lugar donde la bacteria ingresó al cuerpo, es decir, en los genitales, el recto, el labio o dentro de la boca.
Por su naturaleza indolora y su ubicación a menudo oculta, puede pasar desapercibida, especialmente en las mujeres. En ellas, los chancros pueden aparecer en la vagina o en el cuello uterino, lo que hace que sean difíciles de detectar sin un examen médico especializado.
Detección, tratamiento y prevención de la sífilis
La forma de diagnosticar la sífilis es a través de un análisis de sangre, que puede ser tanto por medio de la extracción o un test rápido (TR), siendo que este último brindará un resultado preliminar entre los 15 y 30 minutos posteriores de realizado. En ambos casos, ante un resultado positivo preliminar, se realizará un segundo estudio confirmatorio, consiga el Ministerio de Salud.
Además, el organismo indica que la infección “se cura con un tratamiento sencillo y seguro que está disponible en forma gratuita en todos los espacios de salud públicos”. El tratamiento es con antibióticos, cuya duración y dosis varían según la gravedad del caso, y deben realizarlo tanto la persona que tiene la enfermedad como sus parejas sexuales.
Desde la cartera de Salud advierten que, si no se recibe tratamiento, la infección puede progresar y causar daños al corazón y lesiones en el sistema nervioso, entre otras consecuencias. Sumado a esto, podrá contagiar a otros individuos.
En el caso de personas gestantes puede transmitir la infección durante el embarazo y/o parto, resultando en sífilis congénita. Las personas recién nacidas con sífilis congénita pueden sufrir ceguera, daño severo de otros órganos y hasta incluso la muerte.
En cuanto a la prevención, el Ministerio recomienda el uso de preservativo peneano o barrera oral, así como prestar atención a signos o síntomas; mientras que las personas gestantes deben testearse desde la primera consulta del embarazo para recibir tratamiento oportuno y evitar así la transmisión de la infección al bebé.