Desde hace varios años por la escasez y alta demanda el recurso natural está en riesgo. Este debate es crucial para la vida y el desarrollo de las sociedades en un futuro próximo, dice Gabriel Weidmann, egresado de la Facultad de Ciencias Económicas de la Uner.
Días pasados se conoció la noticia sobre la cotización de este recurso en el mercado de futuros de materias primas de Wall Street, debido a un aumento en la demanda y su creciente escasez.
“Lo que comenzó a cotizar en Wall Street son los contratos futuros del precio del agua. ¿Esto qué quiere decir? se realiza entre dos partes que se ponen de acuerdo en un determinado momento y por un plazo de tiempo a realizar una operación económica a un precio y una cantidad específica sobre un bien”, explicó Gabriel Weidmann, egresado de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER, con doble titulación de las carreras de Contador Público y Licenciatura en Economía.
“En Argentina, por ejemplo, es habitual en la actividad agropecuaria que un productor que sabe el rendimiento que va a tener con su cosecha firme, realice este tipo de contratos futuros con su comprador. Es decir, la persona que compra su producción o producto se asegura el precio y tiene certeza sobre el precio futuro. De esta forma, la lógica económica financiera es que diversifica el riesgo de un precio volátil”, indicó.
En este sentido, cuando los contratos se estandarizan pueden operar y cotizar en bolsa y una tercera parte acceder y comprarlo. “Esto sirve para especular financieramente con esos precios para que cuando llegue la fecha que está establecida, se liquide una diferencia entre el precio actual y del contrato”, advirtió Weidmann.
En algunos países o regiones, el uso intensivo en las actividades económicas, la alta demanda y la escasez por el cambio climático han llevado a la mercantilización del recurso agua. “El precio por uso de agua en algunas zonas del mundo está más habituado a la utilización intensiva por las actividades productivas como las agropecuarias, ganaderas o minería, entre otras. Zonas donde el cambio climático y la sequía han hecho que aumente notablemente la demanda para la producción económica, entonces esa incertidumbre hace que el precio suba. Si bien todavía no está generalizada la regulación del agua, es decir, su compra y venta está muy cercada a lugares que requieren del recurso, algunos países están más avanzados en su mercantilización”, señaló.
El agua como un bien social
Argentina en su extenso territorio está compuesto por recursos hídricos, aproximadamente en un 48%. Uno de los más importantes a nivel mundial, en cuanto a su volumen, es el Acuífero Guaraní que comparte junto a Brasil, Uruguay y Paraguay. Es uno de los reservorios de agua dulce más importantes.
“El acceso al agua es un derecho y depende de la solidaridad de todos. Es un recurso escaso y agotable y las bajantes y crecientes de los ríos van a afectar la disponibilidad”, expresó Pablo Rebagliati, investigador y docente de Biología de Nutrición y en Genética Animal de Veterinaria de la Facultad de Bromatología de nuestra Universidad.
El cuidado en el uso del agua “es una cuestión de responsabilidad comunitaria. Debemos entender que es un bien social y de uso social”, agregó.
Finalmente y en este mismo sentido, Weidmann manifestó que en un futuro se podría llegar a dar un conflicto de intereses respecto a la concepción que como sociedad tenemos sobre el recurso natural agua. “Esto puede ser un primer paso para abrir las puertas a un mercado financiero volátil y especulativo. Además, podría poner más presión sobre el precio del agua para las actividades productivas y que pueden estar sujetas a una competencia con el uso doméstico”.
En la medida que se avanza hacia la mercantilización del agua “se podría llegar a dar un conflicto con la concepción que tenemos sobre el recurso del agua como un bien público necesario y fundamental para la vida. Es importante, en este contexto, trabajar como país en el cuidado, conciencia de uso y consumo del recurso”, cerró.
AIM