Funcionarios de educación y de salud, representantes de organismos internacionales e infectólogos acordaron este martes tomar el índicador epidemiológico para la vuelta a clases presenciales que propone el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) adaptado a la realidad del país, en aquellas urbes que superen los 500.000 habitantes.
Ahora, el consejo asesor para la planificación del regreso presencial a las aulas se reunirá el miércoles para debatir las variables de adaptación que se tomarán en cuenta y, una vez que se llegue a un acuerdo, someterlo a la aprobación de las provincias en el marco del Consejo Federal.
En esta situación se encuentran la Ciudad de Buenos Aires, partidos del Gran Buenos Aires, Gran La Plata, Mar del Plata, Gran Córdoba, Gran Santa Fe, Gran Rosario, Gran Mendoza, Gran San Juan, Gran Salta y Gran Tucumán-Tafí Viejo.
A la reunión, asistieron funcionarios nacionales de Educación y Salud, ministros de Educación de las provincias, sindicatos docentes, la Defensoría de los Derechos del Niño, representantes de la OPS y de la OMS, infectólogos, representantes de universidades públicas y privadas y de la Federación Universitaria Argentina (FUA).
El indicador del CDC “no deberá usarse en forma aislada” y propone “una escala de riesgos (baja, media o alta) que serán evaluados por la autoridad sanitaria y de educación de cada jurisdicción”, detalló el ministerio en un comunicado.
Indicó además que entre otras variables a considerar están las “medidas de transmisión comunitaria y los parámetros que permitan establecer si la escuela está en condiciones de garantizar las medidas sanitarias tendientes a disminuir el riesgo de contagio”.
Además, en la ciudad bajo análisis, se deberá tomar en cuenta “la disponibilidad de camas de hospital ocupadas”, entre otros aspectos.
La decisión de tomar un indicador epidemiológico para evaluar la vuelta a clases en las grandes urbes se toma “para que sea la ciencia la que se expida respecto del momento epidemiológico que atraviesan las grandes ciudades de Argentina para el regreso a las actividades escolares”, precisó el Ministerio de Educación.
Tras el debate sobre el protocolo presentado por la Ciudad de Buenos Aires y la reunión posterior entre los ministros de Salud y Educación de la Nación y porteños, se evaluó la posibilidad de elaborar este índice, ya que, si se tomaba el protocolo que consideraba que para volver a las clases debía haber una baja o nula circulación, no se podía planificar una vuelta a clases en el corto plazo.
Al respecto, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, aseguró: “Tendremos que convivir con el coronavirus como lo hemos planteado al momento de aprobar los protocolos marco, no se puede esperar a la vacuna para regresar físicamente a las actividades escolares”.
“Somos fervientes promotores del regreso a las aulas porque si bien se ha logrado mantener la continuidad pedagógica -aunque de manera desigual-, entendemos que el impacto subjetivo en nuestras niñas, niños y adolescentes es profundo”, dijo el funcionario.
Y agregó: “Buscamos activamente, desde el inicio, retornar a las aulas minimizando riesgos y garantizando la seguridad de nuestras chicas y chicos. Lo hemos logrado en diversas provincias teniendo que retroceder en tres de ellas”
El ministro destacó que en las grandes ciudades “la situación se complejiza, por lo tanto, hoy presentamos nuevos indicadores que permitan medir los riesgos de contagio y establecer parámetros objetivos para abordar con responsabilidad el momento adecuado del retorno seguro a las actividades escolares”.
La cartera detalló que independientemente del nivel de riesgo, según lo determinado por los indicadores, “es fundamental que las escuelas utilicen las múltiples estrategias de mitigación contempladas en el protocolo aprobado por unanimidad en el Consejo Federal de Educación”.
Ellos son el uso constante y correcto de tapabocas, distanciamiento social, higiene de manos, limpieza y desinfección, ventilación, entre otras medidas.
Angela Gentile, jefa del departamento de epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez e integrante del comité de asesores, detalló que “para caminar se debe avanzar con datos concretos. Parece correcto basarse en los indicadores del CDC, por supuesto adaptados a nuestras condiciones locales”.