Esta vez, el pronóstico de lluvia se cumplió con precisión de relojería suiza. Expertos dijeron que este viernes caía agua y en abundancia, cosa que finalmente sucedió.
Las marcas de precipitaciones registradas por lectores de Campo en Acción dan cuenta de 52 milímetros en Tabossi, 51 en Dimante, 35 en Crucesita Séptima, 25 en Viale, 23 en la Escuela Yapeyú, 35 en Crespo y 29 en zona de Seguí.
En la Picada cayeron 70 milímetros, 37 en Hernandarias, 31 en Mojones, 25 en Almacén Iglesias, 15 en Altamirano, 45 en Molino Doll, 51 en Las Delicias, 40 en Paso de la Arena, 55 en Cerrito, 40 en María Grande, 31 en Mojones Sur, 19 en Nogoyá y apenas 1 en Picada Verón.
En el segundo distrito de María Grande las marcas en los pluviómetros superaron los 58 milímetros, 45 en Paso de la Piedra, 40 en Santa María, 47 en Carmona y 48 en la zona de Fontana.
De repasar los datos surge en la mayor cantidad de agua se concentró en la costa del Paraná, ya que al este entrerriano las marcas son testimoniales:3 en Yeurá, 9 en Berduc y 6 en Palavecino. No mucho más.
Como suele suceder con cada precipitación intensa, mientras en las zonas rurales esta vez celebran el paliativo para el estrés hídrico del maíz, la soja y las pasturas de verano; en las ciudades crujen por anegamientos. En Paraná, por caso, las líneas de teléfono para pedir asistencia quedaron saturadas. Las crónicas dan cuenta de voladuras de techos, calles intransitables y hasta un colectivo varado en una calle de la zona este.
Por el andarivel de las zonas rurales, no hubo reportes de daños por viento o granizo; al menos hasta entrada la tarde de este viernes.
El Servicio Meteorológico Nacional, que emitió una alerta amarilla por tormentas, aún está vigente razón por la cual es de esperar algunos milímetros más sobre los campos de la provincia. En rigor, calculan que volverá a llover en la madrugada de este sábado. Pero el alerta seguirá vigente. Habrá que ver, entonces, hasta cuando siguen las nubes por sobre la provincia.