El Gobierno decidió, finalmente, que las jubilaciones y pensiones del sistema gestionado por la Anses subirán en marzo según una fórmula que implica, en primer lugar, aplicar un aumento de 2,3% y luego sumar un monto fijo de $1500.
Esto significa que, en el caso del haber mínimo, que cobran unos 2,8 millones de beneficiarios (aproximadamente la mitad del total), el incremento será de 12,96%. Ese ingreso pasará de $14.067,93 (la cifra que estuvo vigente entre diciembre y este mes en curso) a $15.891,49.
Para quienes cobren ingresos mayores a la mínima, el porcentaje será menor y se irá reduciendo a medida que se eleve el nivel de ingresos. En el caso de quienes perciben el haber máximo previsto por el sistema, actualmente de $103.064,23, la recomposición será de solo 3,75% y la cifra será, desde marzo, de $106.934,71.
¿Qué pasará para quienes cobren otros niveles de ingresos? Para la enorme mayoría de estos jubilados y pensionados, la recomposición estará por debajo de 11,6%, que es el ajuste que debió haberse dado en caso de no estar suspendida la fórmula de movilidad aprobada por ley a fines de 2017.
Esa situación alentará la litigiosidad contra el Estado, tal como había ocurrido a inicios de este siglo, cuando solamente subía el haber mínimo. A continuación, algunos ejemplos de lo que ocurrirá desde el mes próximo:
–Para un haber actual de $20.000, el aumento efectivo será de 9,8%, ya que se cobrará un ingreso mensual de $21.960.
-Si se trata de un ingreso de $30.000, en marzo se percibirán $32.190, lo que significa una recomposición de 7,3%.
-Quien cobre actualmente un haber mensual de $40.000, percibirá $42.420, un aumento de 6,05%.
-Para una jubilación de $50.000, el incremento efectivo será de 5,3% y el haber pasará a $52.650.
-Si se cobra mensualmente una suma de $75.000, entonces en marzo la suba representará un 4,3% y el monto llegará a $78.225.