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Entre los de elite

La 55° Semana Internacional del Yachting, el tradicional certamen argentino, volvió a dejar un saldo favorable para los entrerrianos Agustín Krevisky y Octavio Dorbessan, tras lograr el primer y tercer lugar, respectivamente, en la Clase F18. Su presente y futuro. Serios objetivos en la mira de los nautas paranaenses.

Gabriel Baldi

Transitan etapas diferentes en sus vidas aunque los dos se identifican con la misma pasión por la vela y su hambre de gloria, que los dota en la actualidad, entre los mejores nautas del país.
Agustín Krevisky y Octavio Dorbessan, uno con algo más de 40 y el otro, con casi 20 años pero ambos, con un presente de jerarquía.

Días atrás finalizó en Mar del Plata la 55° Semana Internacional del Yachting (SIY), trascendental competencia que reúne a los exponentes de vanguardia de las diversas clases del yachting continental.

En este caso, los navegantes del Club Náutico Paraná, volvieron a cerrar su participación en la clase F18 con una actuación notable.

En dupla con el campeón mundial de la temporada 2016, Juan Martín Benítez, Krevisky logró concluir en la cima del podio. En tanto Dorbessan junto a Christian Vitale, terminaron terceros.
Los dos palpitan para este año una temporada intensa, que ya dio inicio de la mejor manera. Por delante, según indicaron en declaraciones a MIRADOR ENTRE RIOS, habrá competencias mensuales en Buenos Aires y el plato fuerte: la Copa del Mundo.

El F18 World Championship se llevará adelante en este 2020 en la localidad de Gaeta, un puerto marítimo de la Costa Occidente de Italia, a orillas del golfo homónimo perteneciente a la provincia de Latina, en la región del Lazio. Nuevamente, podría llegar a haber presencia entrerriana.

Buenos vientos

A modo de balance luego del primer lugar obtenido en la SIY, Krevisky sostuvo: “Fueron cuatro días intensos y muy buenos. Las condiciones del viento y el oleaje que presenta Mar del Plata generalmente son óptimas para la navegación. En nuestro caso, peleamos en esta oportunidad siempre desde adelante el resultado que finalmente conseguimos. Estoy realmente feliz por la performance que tuvimos, sintiéndonos muy cómodos en todas las regatas, que se desarrollaron con protagonistas de muy buen nivel”.

En relación a su presente en la clase F18, considerando su experiencia, deslizó: “Lleva mucho tiempo encontrarle la vuelta a los secretos de cada categoría. Entonces, una vez que uno se adapta, siempre dan ganas de continuar disfrutando. Asimismo, el barco también debe adaptarse a las necesidades de uno. Creo que por ahora éste es el barco en el que quiero seguir navegando. Además, tengo muchos amigos compitiendo en esta categoría, en la que me siento muy cómodo. Cuanto más se entrena, mejores resultados se obtienen. Eso, no es ninguna ciencia. Y acá en Argentina lo que ocurre es que todos vamos levantando nuestro nivel a la par, por entrenar generalmente juntos”.

Sobre sus metas en el año en curso, el paranaense que fuera en 1991 campeón mundial de optimist, manifestó: “En marzo estaré en el San Isidro Labrador y en abril, en otra competencia más en Buenos Aires. Iré mes a mes. Así, hasta julio. Después, veremos si podré llegar a estar en el Mundial, evaluaremos esa posibilidad, la de medirnos junto a la elite de todo el planeta”.

Por su parte, Dorbessan, el más chico de la categoría en el país, tiene un futuro considerable. Tras su paso por La Feliz, comentó: “Hubo olas grandes y mucho viento. En cuanto al nivel, fue muy parejo y dimos pelea hasta el final. Fue muy divertido porque los errores se pagaban caro y las virtudes podían dejarte arriba. Fue un campeonato muy entretenido que no voy a olvidar”.

Respecto a su entusiasmo con la categoría, Octi, quien compitiera en optimist hasta los 15 años y después pasara durante una temporada por la clase 29er y otra en 49er, para luego afianzarse en F18, expresó: “El barco de la clase F18 es muy particular. Puede ofrecer competencias muy tranquilas, al ser un catamarán un barco estable como puede brindar la mayor velocidad que un barco de río corriendo regatas puede dar”.

“Ya llevo dos años en este barco, compitiendo en esta clase, en la que me siento muy cómodo. Se trata de un catamarán más ancho que los demás y levanta muy buena velocidad. Disfruto mucho cada regata”, remarcó Dorbessan, radicado en Buenos Aires, donde divide el tiempo entre el deporte y el estudio.

Por último, en cuanto a su futuro, concluyó: “La idea es correr todos los campeonatos que se vienen en el país, que serán en Buenos Aires. Mientras que a nivel internacional, el objetivo será estar en el Mundial, a principio de julio. Este año, nos propusimos si vamos, es mejorar en relación al año pasado. Y, por último, a fin de año prevemos estar en una regata de larga distancia, sin marcas fijas, en la isla de Saint Barth. El anhelo para lo que viene será de mínima, mantener el podio que logramos en Mar del Plata días atrás y de máxima, seguir escalando paso a paso”.
Un crecimiento a gran escala es el que presentan tanto Krevisky como Dorbessan, dos nautas entrerrianos que dejan el prestigio del yachting provincial, en la elite mundial.

La clase F18

La categoría de Fórmula 18 -abreviada F18- es una clase de catamarán deportivo de diseño de fórmula.

La misma se inició a principios de los ‘90 y rápidamente creció el reconocimiento de World Sailing, con grandes flotas de carreras en todo el mundo.

La clase F18 tiene circuitos de regatas completos en muchos lugares alrededor del mundo. Miles de barcos han sido vendidos a lo largo de los años. La categoría, goza de notable respeto y prestigio entre las principales clases internacionales del catamarán.

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