Así lo informó el presidente Alberto Fernández, en un acto desarrollado en la Casa de Gobierno con el ministro Martín Guzmán, en el se destacó la alta aceptación obtenida entre los acreedores.
En un acto encabezado por el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Kirchner y el ministro de Economía, Martín Guzmán, se dieron a conocer los resultados de la operación financiera que terminó el viernes pasado, con una adhesión superior al 93,55 por ciento. Por la activación de las cláusulas de acción colectiva, el porcentaje se elevó al 99 por ciento, indicó Guzmán.
El acto comenzó a las 16.30 con la presencia de los gobernadores de todos el país y el presidente de la cámara de Diputados, Sergio Massa.
El ministro comenzó el acto explicando las condiciones de la negociación desde su inicio en diciembre, cuando las condiciones eran “críticas” y las bases sobre las que se buscó llegar a un acuerdo, a la vez que agradeció el apoyo del Congreso Nacional para avanzar en este proceso. También recordó que el Gobierno respetó el principio de respetar el tratamiento igualitario entre la deuda bajo ley extranjera y local y destacó el “gran apoyo” entre los gobernadores, empresarios y los economistas internacionales.
También, el ministro dijo que en el presupuesto 2021 el déficit bajará del 10% estimado.
Se trata del resultado acumulado luego de tres canjes, luego de que en los dos primeros se llegara a una cifra baja, lo que llevó al Gobierno a elevar la oferta de los 40 dólares iniciales a casi 55 dólares, muy cerca de lo que pretendían los grandes fondos de inversión, que se sumaron al canje en los últimos días.
La duda del mercado pasaba por si el Gobierno no había podido llegar a la mayoría necesaria para activar las cláusulas de acción colectiva (CACs) y por la tarde se mencionaba que ese había sido el caso con el Par 2038, que tenía unos 7200 millones de dólares para canjear.
En cualquier caso, si alguna serie quedaba sin canjear en forma total, el Palacio de Hacienda podía terminar de hacerlo más adelante con el stock restante.
De este modo, con la estrategia de reasignación, se limitó en forma tajante el poder de daño de los holdouts, que no contaban con limitaciones después del default registrado a fines del 2001, lo que les permitió ganar sus causas judiciales en los tribunales extranjeros hasta fines del 2015.