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Inactivos y tensionados

Los centros de actividades físicas continúan sin tener autorización para abrir sus locales en Entre Ríos. Las autoridades los consideran lugares “de esparcimiento”, pero sus referentes aseguran que son “agentes de la salud”, esenciales para este momento. Calculan que el cinco por ciento de ellos ya cerró.

Luis Gómez

Transitando la setentena del aislamiento social, preventivo y obligatorio por el nuevo coronavirus, un buen número de rubros han retomado sus actividades, pero gran parte de las deportivas continúan sin habilitación en la provincia Entre Ríos. Una de ellas es la que comprende a los gimnasios.

La paralización hace cada vez más insostenible estos emprendimientos y las razones que se esgrimen desde las autoridades estatales reciben insistentes cuestionamientos. Las medidasde flexibilización dispuestas en otros rubros, lejos de calmar las aguas, acentúan la polémica.

Por su fuera poco, nuevos informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ponen en duda afirmaciones propias previas, referentes a la supervivencia del virus de Covid-19 en objetos.
Al cierre de esta edición, el eco de los voceros de los gimnasios se expandía y sus quejas ya no quedaban en el ámbito de los medios de comunicación o redes sociales, sino que ganaban terreno en la calle.

Agentes de salud

MIRADOR ENTRE RÍOS indagó sobre esta situación y encontró dos facetas tristes de la situación: el angustiante apremio económico de los trabajadores del sector y la inconmensurable afectación a la salud de la población.

Andrea Guerrero, referente de la incipiente Cámara Paranaense de Gimnasios (Capag), explicó que la persistencia de puertas cerradas de los gimnasios obedece a una disposición original aún no modificada.

“En el decreto presidencial de necesidad y urgencia (DNU Nº 260, del 23 de marzo último) fuimos incluidos en la misma categoría que museos, salas de juego, restaurantes y piscinas. No se tuvo en cuenta que los gimnasios no son lugares de recreación sino agentes de salud, por tanto, no cabemos en la misma clasificación”, aclaró.

“Necesitamos que el gobernador de Entre Ríos entienda cuál es la situación de los gimnasios y de las actividades deportivas en general, que también están impedidas”, insistió.

Buscando una razón

Analizando la lógica de las autorizaciones recientes a diferentes actividades, Guerrero reflexionó: “Esto obedece a que la situación tiene hoy un enfoque más económico que de la salud, porque implican un fuerte golpe para las localidades”, continuó.

“No quiero pensar en que hay un ensañamiento, pero sí que no hay razón que justifique que los gimnasios continúen cerrados, porque Entre Ríos tiene muy pocos casos de contagio por Covid-19 y casi todas las actividades están habilitadas”, señaló la ingeniera agrónoma.

Asimismo, analizó que se llegó al momento “en el que aparecen las contradicciones”. Al respecto, recordó que la guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicada a mediados de mayo, declara que la transmisión del Covid-19 “no puede decirse de manera concluyente que esté relacionada con la contaminación ambiental de superficies” (sic).

“Si es así ¿cuál es la justificación para no poder estar en los gimnasios e impedirnos trabajar, si se cumple con el resto de las normas de seguridad?”, se preguntó finalmente, apuntando que en otros distritos ya se logró la apertura de estos lugares.

La propuesta de los gym

Desde la Cámara Paranaense de Gimnasios (Capag) se ha propiciado la apertura de los gimnasios y actividades afines. A través de un protocolo presentado a los Gobiernos provincial y municipal paranaense, estableció medidas de seguridad e higiene, tanto para los practicantes como para el personal.

Al cierre de este informe, no había respuestas positivas, a pesar de que su campaña tenía refuerzo en otros ocho departamentos de Entre Ríos.

Básicamente, propone acciones antes y durante la actividad.

– Previas al ingreso a cada gimnasio:

Desinfección del calzado, alcohol en gel en las manos, distanciamiento social, ordenamiento de los ingresos y egresos.

– Dentro de los gimnasios:

Aforo de una persona cada cuatro metros cuadrados, permanencia de no más de 45 minutos, periodo de desinfección de 15 minutos entre turnos, clases organizadas con turnos previos, uso de barbijo, disposición de elementos de higiene y protección, distanciamiento social.

La otra vía

Paralelamente, a las instancias de diálogo con autoridades y exposición mediática, sus protagonistas le sumaban una marcha “saludable”, que unía, este viernes último, el Palacio municipal con la Casa Gris entrerriana.

El aislamiento y la crisis

La Cámara Paranaense de Gimnasios (Capag) reúne a un centenar de gimnasios, centros de pilates y yoga y estudios de danza.

Según estimaciones propias, el rubro emplea a unos 400 trabajadores y algunas empresas están en situación grave y al borde del cierre. El alquiler de material de entrenamiento y el sostenimiento de cánones por planes y clases virtuales son el paliativo para algunos.

En el nivel provincial, se registran unos 200 gimnasios habilitados y los sondeos indican que el cinco por ciento de ellos ya cerró definitivamente sus puertas.

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