Entre Ríos incumplió con el pago de intereses pactado para agosto de este año y planteó un diálogo con los acreedores para reestructurar la deuda. Aunque es una de las provincias con menores obligaciones en 2020—solo debía afrontar un pago en mayo y otro en agosto, cada uno de 22 millones de pesos—, el déficit fiscal primario registrado en el primer semestre impidió que contara con recursos suficientes. La deuda pública crece más rápido que los ingresos netos disponibles, es decir, después del pago de impuestos y jubilaciones y de las transferencias a los municipios. Esto lleva a reducir la inversión en obra pública y a aumentar los impuestos. Sin infraestructura y con una alta presión tributaria no crecen la inversión ni el empleo privado formal. La consecuencia social es el aumento de la pobreza.
La deuda provincial en junio de 2020 ascendió a 64.000 millones de pesos, lo que equivale a 24 meses de ingresos tributarios provinciales, indica el informe publicado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER). De esta deuda, 26.000 millones (40%) es con el Estado nacional, 35.000 millones (55%) son títulos públicos y 3.000 millones (5%) es con bancos privados. El perfil de la deuda se ha modificado desde 2016, cuando los títulos públicos en dólares comenzaron a ganar protagonismo. En 2016, solo el 12% de la deuda pública provincial correspondía a títulos en dólares. Esto implica un aumento en el riesgo cambiario.
Un indicador que mide el riesgo cambiario es la relación entre los intereses de deuda y los recursos netos disponibles. Hasta 2015, los intereses representaban una fracción marginal de los recursos netos disponibles. Entre 2016 y 2018 se ubicó en el orden del 9%. A partir del 2019, la relación comenzó a aumentar, tanto por el incremento de los intereses, debido a la suba del dólar, como al débil crecimiento en los recursos netos disponibles, debido a la caída de la actividad económica. En la medida que el dólar oficial siga subiendo y la actividad continúe estancada, este indicador de riesgo crediticio empeorará.
Otro indicador que mide el riesgo de la deuda pública provincial es la relación entre los intereses y la recaudación impositiva provincial. El indicador viene creciendo desde 2016 y se encuentra actualmente en el 15%. Esto quiere decir que de cada cien pesos de impuestos que los entrerrianos pagan al Estado provincial, 15 pesos se destinan al pago de intereses. Cabe recordar que el gasto de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos absorbe la totalidad de la recaudación provincial, por lo que los espacios fiscales para los intereses de deuda son cada vez más estrechos.
Fuente: Consejo Empresario de Entre Ríos