El aumento de la temperatura y el viento norte de las últimas horas hicieron que la manga de langostas que permanecía en Corrientes, ingresara a Entre Ríos por el departamento Feliciano.
Desde la Secretaría de Agricultura y Ganadería del Ministerio de Producción, señalaron que según la última información brindada por técnicos de la zona “ayer se pudo observar la manga de langostas en el ejido de la localidad de Feliciano, lo que confirma la llegada de esta especie a la provincia, y se aguarda más datos sobre cómo amaneció y hacia dónde están los vientos dominantes en el lugar donde se asentó anoche para saber cuál va a ser el movimiento que va a tener en el día de hoy”.
Si bien debe aclararse que la langosta sudamericana -Schistocerca cancellata serville- no reviste riesgo para las personas, la misma se alimentan a su paso de vegetales, motivo por el cual se alerta a dueños de campos y productores de la zona norte de la provincia.
El Ministerio de Producción a través de la Secretaría de Agricultura y Ganadería está trabajando en forma articulada con el Senasa, delegación Entre Ríos, y la estación Experimental Paraná del INTA, siguiendo la evolución y el desplazamiento de esta especie.
En este sentido, se solicita a toda la comunidad agropecuaria -productores, profesionales de la agronomía, funcionarios de municipios y comunas, que realizan tareas rurales en el norte de la provincia-, que estén alertas ante la primera aparición de ejemplares de langostas.
Para esto, el Senasa cuenta con una línea gratuita a dónde llamar: 0800- 999-2386, o bien dar aviso a través de un correo electrónico acridios@senasa.gob.ar .
Características
Según un informe del INTA, los adultos tienen el aspecto típico de una langosta y son de gran tamaño. El macho llega a medir alrededor de entre 28 a 49 milímetros; y la hembra entre 39 a 66 milímetros. Su coloración generalmente es castaño a verde oliva, presentando en determinados momentos del año, una coloración rojiza.
La langosta tiene dos modos de vida o fases: Una como insecto aislado y otra como masa gregaria, formando lo que se denomina como las famosas “mangas” en función de la densidad poblacional y otros factores ambientales como la temperatura, humedad, alimento. Esta última modalidad es la que provoca los mayores daños en los cultivos y pasturas siendo muy difícil su control. El aspecto de los individuos – coloración, tamaño-, cambia de manera considerable según la fase en la que se encuentren. Los individuos en fase gregaria normalmente presentan una coloración más rojiza.