El dirigente reconoció: “Ya no soportamos más tantos meses de confinamiento”. Se puso en lugar de los jóvenes pero advirtió que algunos exceden límites.
A través de un extenso texto, el intendente de General Ramírez, Gustavo Vergara se dirigió a los ciudadanos de esa ciudad del departamento Diamante para aclarar situaciones ocurridas en el marco de las limitaciones por la pandemia y dejar sentada su postura.
El mandatario realizó críticas a la administración de Gustavo Bordet por “dejar solos a los municipios” en cuanto a las habilitaciones y la aplicación de protocolos. Además reconoció la necesidad que tienen los jóvenes de salir y se puso en lugar de ellos: “Ya no soportamos más tantos meses de confinamiento”, aseguró.
No obstante, Vergara remarcó que “no todos somos iguales” y en ese marco denunció que “algunos jóvenes y no tan jóvenes” sobrepasan ciertos límites a la noche y hasta agreden verbal y físicamente a inspectores y personal de seguridad.
El texto completo del intendente de Ramírez:
“Desde el fin de semana, los ramirenses venimos debatiendo un tema muy importante que nos toca afrontar en la gestión municipal, teniendo – por un lado – la pandemia y un sinnúmero de prohibiciones que pesan sobre nosotros en forma de decretos nacionales y provinciales. Y, por otro, la realidad de cada uno de nosotros que ya no soportamos más tantos meses de confinamiento, producto una cuarentena demasiado larga.
Compartimos la sensación de cansancio que esto provoca, así como la importancia para la salud de que todos los grupos que ven limitadas sus actividades y sus posibilidades de esparcimiento puedan hacerlo, especialmente nuestros jóvenes
Por eso mismo, buscando opciones para que esa libre expresión se pueda llevar adelante, desde hace más de un mes venimos ensayando distintas alternativas y formatos, siempre teniendo como eje los derechos de todos los ramirenses, acordando pautas sanitarias, sin alcohol al volante y sin chocar con la necesidad de descanso en los hogares. Buscando cuidar el interés de todos.
No es un camino fácil, todas las soluciones y lugares que imaginemos para el esparcimiento de la juventud presentan alguna dificultad en este contexto, sobre todo de infraestructura (baños, iluminación, etc.), de seguridad o porque chocan con los derechos de otros vecinos.
En ese sentido el Municipio tomó la iniciativa, convocó a jóvenes del último año de escuelas secundarias y representantes de la Fiesta Provincial de la Juventud para analizar alternativas de uso responsable del espacio público durante la noche y en esta pandemia. Se comenzó a trabajar en un protocolo para que los chicos puedan reunirse sobre calle 25 de Mayo (camino a Etchevehere) con ciertas pautas, evitando así que las reuniones se produzcan en otros lugares como caminos vecinales o incluso traslados a ciudades vecinas, lo que – todos compartimos – implica un mayor riesgo.
Lo que era una pauta para los gurises de Ramírez se volvió una reunión multitudinaria a la que acudieron chicas y chicos de toda la región, con efectos no deseados para la seguridad de todos. Por ello desde entonces fue necesario controlar los accesos de la ciudad restringiendo el ingreso de jóvenes provenientes de otras localidades y adoptar el mismo criterio que venían teniendo ciudades vecinas en cuanto a horarios de esparcimiento.
No prohibimos nunca la utilización de espacios públicos para los jóvenes (avenida, etc), por más que entendemos que algunas acciones propias del control pueden leerse como tales.
En esa tarea también debemos distinguir las funciones del Municipio, que no controla las libertades individuales más allá de la seguridad vial o ruidos molestos, siendo el resto función del gobierno provincial a través de la Policía.
En todo ello, no se trata de prohibir, sino de – a veces – limitar en función de los derechos de todos. En ese camino hay aciertos y si hay errores se corregirán.
También quiero decir que NO TODOS SOMOS IGUALES y no todos nos comportamos adecuadamente. Hoy la mirada esta puesta en nuestros jóvenes con necesidad de relacionarse, pero la noche no es habitada solo por ellos. Les puedo asegurar que si viéramos con nuestros propios ojos algunas cosas que suceden por las noches, nos replantearíamos nuestras posturas. El personal municipal que colabora con la policía provincial ha recibido innumerables insultos, amenazas y hasta golpes de algunos jóvenes y no tan jóvenes. Solo digo que la tarea no es fácil ni tan sencilla.
Nuestros empleados vienen realizando un esfuerzo enorme desde marzo. Sin descanso – y en una realidad muy cambiante – hemos venido realizando controles de acceso, de diversas actividades, seguimiento de familias aisladas (trámites personales incluidos) y ahora colaborando para garantizar los derechos de todos en la noche. Todos exponiéndose personalmente y arriesgando su salud por nosotros… sin ir más lejos, este agitado fin de semana, las dos terceras partes el equipo de las áreas de seguridad estaba asilado por ser caso confirmado de Covid-19 o contacto estrecho.
Por otro lado, ESTAMOS SOLOS EN ESTO. Desde los municipios nos hacemos cargo de más de lo que deberíamos. El gobierno provincial se lava las manos, prohíbe actividades y deja a criterio de cada municipio encontrar soluciones “imaginativas”. Entonces cada uno hace lo que puede y no hay un criterio uniforme sobre horarios, lugares, protocolos… ¿Dónde está la Secretaría de la Juventud Provincial? Este no es un tema exclusivo de los jóvenes de Ramírez ¿Somos todos los intendentes y los COES locales quienes tenemos que ponernos de acuerdo entre nosotros? ¿O hacen falta directivas claras de Nación y Provincia? A esta altura ya los organizadores de eventos deberían estar autorizados por el Gobernador a trabajar y todo podría ser más previsible, menos peligroso y más organizado.
Desde Ramírez presentamos a la Provincia un PROTOCOLO PARA ORGANIZACIÓN EVENTOS SOCIALES PRIVADOS, convencidos de que es imprescindible convivir con el virus y entendiendo que esta es la solución de fondo, y la mejor manera de contener la necesidad de esparcimiento para jóvenes, adolescentes y el conjunto de las familias, integrando al sector privado que sigue sin trabajar hace más de 8 meses (fotógrafos, sonidistas, servicios de comida, decoradores, etc.). Sin embargo, aún no tuvimos respuesta.
No obstante, nos jugamos y seguimos trabajando en el tema. Desde la semana pasada avalamos la realización de Actos de Colación y Recepciones – con el acuerdo del COES – y como una primera prueba para pensar eventos similares durante las fiestas de navidad, fin de año y las noches de verano. En cada iniciativa que avanzamos (más allá de las decisiones de Nación y Provincia) tomamos riesgos. Riesgos que entendemos razonables pero también que asumimos todos los ramirenses, no sólo las autoridades, y en este punto la RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL es indispensable.
También insistimos mucho para que vuelvan las escuelas y que los chicos del último año pudieran, al menos, compartir unos días antes de finalizar su tránsito por la escuela. ¿Cuál es el plan de Nación y Provincia para nuestros gurises el año que viene? ¿Seguir igual? ¿Retaceando recursos y haciendo que todo el esfuerzo recaiga en los docentes y las familias? Es urgente avanzar en este tema con ideas claras.
FINALMENTE, quiero decirles que más allá de las legítimas expresiones, opiniones y comentarios que nos ayudan a construir soluciones, es importante que lo hagamos desde EL RESPETO Y ENTENDIENDO LA BUENA VOLUNTAD, así como las responsabilidades y roles de cada uno. En ocasiones no tan simpáticos, como los controles de alcoholemia, pero necesarios.
Para este fin de semana avanzaremos en RETOMAR EL PROTOCOLO ORIGINAL de acuerdo a un esquema claro que compartiremos previamente, seguramente el día jueves.
Es importante que seamos conscientes que no se trata de un evento con un organizador responsable, cobertura de seguro, seguridad, control sobre venta de alcohol a menores, o similares. Tampoco seria lógico que la Municipalidad lo haga, compitiendo con quienes habitualmente viven de esa actividad, saben hacerla y necesitan volver a trabajar. Por lo tanto estos encuentros son soluciones transitorias y – más que nunca – el cuidado es un esfuerzo de cada uno de nosotros, evitando aglomerarnos, compartir el vaso o la botella.
En ese cuidado se juega – quizás – la salud de alguien de nuestra familia.
Escuchamos y agradecemos todas las opiniones bien intencionadas. Seguiremos trabajando, haciéndonos cargo, cambiando si es necesario”.