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Jardinería y huerta en casa

El aislamiento social obligatorio permitió que muchas personas pasen más tiempo libre en sus casas y eso se tradujo, en muchos casos, en el comienzo de nuevos proyectos y actividades como huertas en casa. El trabajo en la jardinería fue la elección de cientos de personas que buscan ocupar su tiempo en actividades para liberar el estrés que muchas veces genera el encierro.

Durante el aislamiento distintas propuestas para pasar el tiempo se han viralizado desde manualidades, lecturas y maratones de series hasta rutinas fitnes, jardinería y huerta. La búsqueda por una actividad que ayude a mantener la mente ocupada y que a su vez ayude a liberar el estrés propio del encierro parece haber llegado a su fin. Julián Parodi, ingeniero agrónomo explicó a MIRADOR ENTRE RÍOS las cuestiones a tener en cuenta para comenzar nuestra propia huerta.
Julián Parodi tiene 30 años y estudió en la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), además realizó estudios en diplomaturas y cursos de posgrado en agroecología y agricultura orgánica. Desde hace cinco años tiene un emprendimiento propio llamado Tierra Viva Agroecología que brinda asesoramiento agroecológico en huertas, frutales, compost, fertilizantes, también realiza cursos de huerta orgánica, elaboración y venta de fertilizantes orgánicos, y venta de alimentos agroecológicos en ferias de Paraná y Oro Verde.
Además trabaja en la Fundación Cultura Ambiental Causa Ecológica (Cauce), en el área de agroecología, donde fomentan la agroecología a través del apoyo a productores, la concientización y capacitación y articulamos con escuelas, municipios, vecinos y productores de toda la provincia interesados en producir alimentos de forma agroecología.

Desde el comienzo

–¿Qué recomendaciones básicas podes brindarle a alguien que quiere comenzar a tener su huerta?

–Lo primero que se puede hacer es empezar a reciclar y reutilizar, por ejemplo reciclar los restos orgánicos de su casa: desechos de frutas, verduras, cáscara de huevo, yerba, saquitos de té y todo lo que sea orgánico se puede utilizar para hacer un compostaje que después se puede utilizar para las plantas del jardín y la huerta ya que es tierra rica en nutrientes. También se puede reutilizar pasto, hojas, cartones que sirven para cubrir el suelo de la huerta y se pueden reutilizar botellas plásticas para hacer una huerta vertical, las cubiertas de los autos también se usan para hacer huertas dentro. Lo importante es comenzar a sembrar teniendo en cuenta las especies de estación y que cualquier semilla necesita una profundidad de tres veces su tamaño.
También es importante siempre regar la huerta a la tardecita y poner plantas aromáticas comestibles alrededor para atraer insectos benéficos, abonando nuestro suelo con el compostaje.

–¿Se puede tener una huerta aún sin tener patio? ¿Qué recomendaciones harías?

–Se puede tener huerta sin patio y sin mucho espacio porque las huertas verticales hechas con palets o botellas son la solución. También se puede hacer una huerta en contenedores de madera o gomas de autos. Lo básico para tener en cuenta es como mínimo tener cuatro horas de luz solar diaria en el lugar que elijamos, tener una canilla disponible o almacenar agua de lluvia en tachos cerrados ya que el agua de lluvia es la mejor pero debe permanecer cerrado el tacho para evitar la propagación del dengue. Y por último, pero no menos importante: la tierra que vayamos a usar debe ser rica en nutrientes y se puede utilizar el compostaje que hagamos en casa.

Sanación

–¿Qué beneficios tiene abocarnos al jardín en época de cuarentena?

–Dedicarnos al jardín siempre trae una sensación de sanación, para eso hay que entrar en contacto directo con la tierra a través de nuestras manos y nuestros pies. Si estamos estresados al volver a la tierra vamos a calmarnos, curarnos si estamos enfermos, a su vez es un espacio de relajación, de observación de los procesos de las plantas y los insectos y con esto de la cuarentena viene muy bien comenzar la huerta para mantenernos ocupados en nuestra propia casa y una vez que empiecen lo continuarán toda su vida. Es importante dedicarle el tiempo que tengamos disponible, así sean 10 minutos diarios para regar y observar. Otro de los beneficios es que comenzaremos a cambiar nuestros hábitos de vida como separar la basura, reciclar y reutilizar y comenzaremos a tener hábitos alimenticios más saludables por consumir lo que nuestra huerta produce.

–¿Cuáles son las plantas de estación?

–En la estación otoño/invierno se puede realizar cultivo de cebolla, ajo, puerro, brócoli, coliflor, cale, acelga, espinaca, lechuga, perejil, rúcula, zanahoria, remolacha, rabanito, habas, arvejas, radicheta o achicoria, repollo, repollito de Bruselas, todo lo que es plantas aromáticas y medicinales se pueden plantar todo el año: menta, albahaca, borraja, orégano, curry, copete, caléndula, cosmos, cedrón, poleo, burrito, boldo, incienso, ruda.

–¿Qué beneficios tiene cosechar tus propios alimentos en tu jardín?

–Uno de los mayores beneficios es que vamos a estar consumiendo nuestra propia verdura, entonces estamos comiendo un alimento que es sano, seguro, soberano y libre de químicos, es un alimento rico en nutrientes y además tendremos una gran satisfacción que se genera al alimentarse de los frutos de nuestra propia huerta.

–¿Qué hacer si tenemos mascotas?

–Lo ideal es cercar la huerta si tenemos perros. Si tenemos gatos lo mejor es mantener cubierto el suelo con hojas, pasto o hacer algún tejido de alambre para que no accedan a la tierra porque a ellos les llama mucho la atención la tierra revuelta o floja. Con respecto a las heces de las mascotas hay que tener cuidado de no consumir durante algunos días las plantas si defecan en cercanías.

–¿Qué hacer si nuestras plantas se enferman?

–Para evitar las plagas es necesario tener biodiversidad de especies sobre todo flores, aromáticas y medicinales para que no ataquen nuestra huerta. Lo más importante es mantener el suelo sano, rico y vivo porque si el suelo está enfermo nos va a dar plantas enfermas. En el caso de que se enferme el suelo se deben realizar preparaciones con ajo y cebolla o cenizas pero siempre es recomendable no utilizar productos químicos.

En primera persona

Valeria Beltzer tiene 39 años y es maestra de terapias holística y masajista. Hace algunos meses comenzó con su huerta a través de un curso online ofrecido por Julián Parodi y compartió su experiencia con MIRADOR ENTRE RÍOS.

“Soy vegetariana y me interesó tener mis propios alimentos orgánicos y con cuidados naturales por todo lo tóxico que consumimos de lo que compramos en mercados. Además, la huerta es una forma de tomar conciencia del ambiente, cuidarlo y cuidar nuestra salud y la economía del hogar. Años anteriores tuve huertas en otras casas, porque alquilo, pero jamás me había formado así que cuando vi que Julián enseñaba, tomé el curso con él para aprender y hacer las cosas como corresponde, además enseña de forma muy práctica, sencilla y con todos los detalles. ¡Increíble su enseñanza, me encantó!”

“Recomiendo la huerta en casa por poco lugar que tengamos, en esta oportunidad la hice en cajones de verduras, macetas y cualquier recipiente que tenía en casa: nada se tira, todo se recicla. La experiencia no es dificultosa, aunque sí hay que cuidarlas, alimentarlas y del resto se encargan ellas solas. Además el contacto con la tierra siempre regenera nuestra energía porque son sanadoras por naturaleza”.

Marcela Fabiana Pujol tiene 54 años, es docente jubilada y artista visual. Cuenta cómo nació y fue creciendo su amor por la naturaleza: “Soy apasionada por la naturaleza. Disfruté de vivencias desde niña en el ámbito rural, siendo partícipe en tareas relacionadas con el cultivo de la tierra junto a mi abuela, padres, tíos. Mi experiencia de vida como alumna y docente de escuela franciscana fortaleció aún más este vínculo con el ambiente cercano: el ‘micro cosmos’ de la huerta. La disponibilidad de tiempo al obtener la jubilación, me permitió hacer realidad un proyecto postergado: la huerta. La inicié preparando el espacio con los recursos necesarios, realicé el curso sobre agroecología, con Julián Parodi, consulté a personas que conocen sobre el tema, busqué información en sitios web y redes sociales”, contó.

Marcela transmitió la experiencia de mantener una huerta que le ha dado muchos frutos: “Su cuidado es cotidiano, de trabajo paciente, de observación y respeto por ciclos naturales de las plantas, satisfaciendo sus necesidades y aplicando los recursos orgánicos”.

Por su visión de artista, Marcela supo vincular su pasión por la naturaleza con sus producciones artísticas: “Considero a la huerta como un puente que vincula al interior del ser con la naturaleza. A través de la fotografía y la creación plástica, creo obras para disfrutar desde el sentir además del paladar de la belleza natural del mundo de mi huerta urbana.”

Resalta otros beneficios de mantener una huerta como “realizar una actividad en forma personal, familiar y comunitaria, la aplicación de técnicas de mantenimiento de nuestros ancestros (pueblos originarios, abuelos inmigrantes), intercambio de semillas, comercialización de producción a menor escala, solidaridad con vecinos (obsequio o intercambio de producción), alimentación saludable, rescate de recetas tradicionales (platos cotidianos, dulces, conservas, infusiones)”, compartió.

Links de interés

https://instagram.com/tierra_viva_agroecologia?igshid=lxkyr5qv10ce

https://instagram.com/cauce_ecologico?igshid=vs8x7yqiignv

http://cauceecologico.org/?page_id=94

Aldana Badano
redaccion-er@miradorprovincial.com

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