Cada cuatro años los Juegos Olímpicos son el foco de la atención porque reúnen a los mejores deportistas del planeta que van en busca de la gloria. Sin embargo, durante varios siglos el mundo se privó de tamaño acontecimiento.
La gran cita del deporte se volvió a realizar a comienzo del siglo XX y uno de sus impulsores fue un entrerriano. Se trata de José Benjamín Zubiaur, uno de los 13 integrantes del primer Comité Olímpico Internacional (COI) que lideraba el noble francés Pierre Frèdy, barón de Coubertin.
Además de esa histórica participación, el educador argentino se caracterizó por sus ideas pedagógicas renovadoras orientadas a ampliar la enseñanza a todos los sectores sociales, incorporando contenidos como la educación física, la educación industrial, las actividades prácticas,entre otras, así como modalidades como la escuela nocturna, las escuelas rurales, la educación conjunta de ambos sexos, entre otras.
De hecho, fue rector del Colegio de Concepción del Uruguay y director general de escuelas de la provincia de Corrientes. Además, en 1915 estuvo a cargo del área de Instrucción Pública del Ministerio de Educación.
Inicios
De origen vasco, José Benjamín Zubiaur nació en Paraná el 31 de marzo de 1856. Terminó sus estudios primarios en la capital provincial y luego cursó el secundario en el colegio Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay, la única institución de ese tipo existente por entonces en Entre Ríos.
En 1877 fue promotor y primer presidente de la Asociación Educacionista “La Fraternidad”, integrada por los estudiantes del colegio. Mientras que en 1879, con apenas 23 años y un año después de recibirse de bachiller, fundó la Escuela Benjamín Franklin con el fin de llevar a la práctica sus ideas renovadoras en materia de educación.
Cerrada en 1880 la Escuela de Derecho, que funcionaba anexa al histórico Colegio Justo J. Urquiza, se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires y luego obtuvo el título de doctor en Jurisprudencia.
Carrera como abogado y educador
Con el título de abogado bajo el brazo, el joven Zubiaur desarrolló una meritoria carrera en el Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública de la Nación en la que cosechó reiterados ascensos en la jerarquía administrativa y en la docencia.
De hecho, llegó a ser inspector general de Escuelas y Colegios Normales y en esa área, se preocupó por reformular la educación y sacarla de las aulas.
Sus ideas pedagógicas eran renovadoras y orientadas a ampliar la enseñanza a todos los sectores sociales, haciendo hincapié en la necesidad de incorporar la educación física y las prácticas de distintas especialidades deportivas en los programas escolares. En tanto, en 1886 fundó con otros educadores la revista pedagógica La Educación.
El viaje que lo acercó al olimpismo
En 1889 el gobierno argentino lo designó, junto con Alejo Peyret, para representar al país en la Exposición Universal de París, creada para celebrar el centenario de la toma de La Bastilla, suceso simbólico que marcó el comienzo de la Revolución francesa. Pero, sin dudas, el elemento simbólico de mayor relevancia fue la flamante Torre Eiffel, que servía como un imponente arco de entrada a la Feria.
En los muchos programas de la exposición que tuvo una duración de cinco meses, uno de ellos fue el que más le interesó a Zubiaur: el Congreso Internacional para la Propagación de los Ejercicios Físicos en la Educación. Su organizador era el barón Pierre de Coubertin, futuro inspirador de los Juegos Olímpicos modernos.
Allí el paranaense conoció al pedagogo e historiador francés, quien lo designó para integrar en 1894 el primer Comité Olímpico Internacional. De esta manera entró a formar parte de los 13 integrantes de ese comité, siendo el único iberoamericano, desempeñando el cargo en el COI durante trece años, hasta mayo de 1907.
Trayectoria y legado
En 1892 fue nombrado rector del Colegio de Concepción del Uruguay, desempeñándose en esa función hasta 1899. Durante su rectorado, habilitó la inscripción de niñas y creó materias de actividades prácticas, como el cartonado, la encuadernación y la fotografía, que fueron una novedad en la educación argentina.
Además, impulsó la creación de escuelas rurales en el entonces territorio nacional de La Pampa y la provincia de Misiones. En 1913 fue el primer vicepresidente de la Liga Nacional de Educación.
Pese a su trayectoria e importantes cargos, el entrerriano siguió formándose y en 1894 obtuvo el título de Doctor en Leyes con una tesis titulada “La protección al niño”.
Zubiaur fue uno de los pocos académicos de la Argentina de fines del 1800 que veía al deporte como una gran herramienta para la educación. Tal es así que organizó el primer partido de fútbol en Entre Ríos durante la celebración de los festejos patrios del 25 de mayo de 1892. Tras permanecer un año y medio en Estados Unidos, y visitar institutos donde las aulas convivían en medio de canchas, pistas, pelotas y redes, el paranaense incorporó fútbol, remo, cricket, tenis, natación y atletismo en el Colegio de Concepción del Uruguay.
Reconocimientos
José Benjamín Zubiaur falleció el 6 de septiembre de 1921 a los 65 años. Debido a su destacada trayectoria, el nombre del educador argentino está en escuelas de todo el país y cuenta con distintos homenajes:
—La escuela primaria Nº 158 “José Benjamín Zubiaur” de la ciudad de Paraná.
—La escuela Nº 44 “José Benjamín Zubiaur” de la provincia de La Pampa.
—La escuela primaria Nº 9 “Dr. José Benjamín Zubiaur” de la Ciudad de Buenos Aires.
—La escuela de educación tecnológica (EET) Nº 79 “Dr. José Benjamín Zubiaur”, de Basavilbaso, Entre Ríos.
—El Centro de Estudios Olímpicos ‘José Benjamín Zubiaur‘ de la Argentina.
—Monumento a José Benjamín Zubiaur en la ciudad de Concepción del Uruguay, obra de Carina Amarillo.
—Monolito en la ciudad de Atenas (Grecia), con su nombre inscripto junto al de los demás integrantes del primer Comité Olímpico Internacional.
—Mural de homenaje a José Benjamín Zubiaur, ubicado en la Plaza de los Deportes de la ciudad de Concordia.