El tema es una “piedra basal” de la entidad desde su fundación. Para los federados es fundamental un reordenamiento parcelario de los minifundios, el otorgamiento de los títulos de propiedad a los titulares de los mismos, y la posibilidad de arriendo por parte de los pequeños y medianos productores.
En las últimas semanas, por diversas razones, ha vuelto a tener lugar central de la agenda pública el tema del acceso a la tierra, y hasta el presidente Alberto Fernández se involucró en la discusión cuando dijo que quería que las tierras improductivas del Estado fueran a manos que produjeran
Esta semana, durante una reunión de su Comisión de Uso y Tenencia de la Tierra, la Federación Agraria Argentina (FAA) recordó que esta problemática es una de sus piedras basales, y definió como “muy importante” que se pueda debatir de manera institucional sobre la cuestión agraria argentina; sobre la propiedad de la tierra y el acceso democrático a los recursos productivos.
Los federados remarcaron que “históricamente hemos propuesto un modelo de desarrollo que contemple el uso y tenencia de la tierra, una agricultura con agricultores para la generación de alimentos y bienes exportables con valor agregado, que no sólo trabajen (cultiven y cuiden) la tierra y produzcan, sino que conlleve un modelo de desarrollo local, con sostenibilidad social, el cuidado ambiental y la generación de divisas para el país”.
Para la FAA aún existe “una inequitativa distribución de la riqueza que afecta también las formas de apropiación y explotación de la tierra, por eso hoy la ruralidad se caracteriza por diversas formas de tenencia, tipos de producción, recursos y niveles de tecnología. El Estado y las políticas públicas deben reflejar esa diversidad y generar oportunidades para todos por igual”.
En un documento dado a conocer luego de la reunión, los federados subrayan que están convencidos de que es de “gran importancia estratégica como país poder definir una política para preservar el recurso tierra en manos nacionales, y orientar las políticas demográficas en las áreas rurales hacia la democratización del uso y tenencia de la tierra”.
En el documento, además, la entidad que preside el mendocino Carlos Achetoni enumeró las principales propuestas, vinculadas con “la democratización de explotación de la tierra y modificaciones en el régimen de propiedad de la tierra, considerada como un bien social, que incluya un reordenamiento parcelario de los minifundios, el otorgamiento de los títulos de propiedad a los titulares de los mismos, y la posibilidad de arriendo por parte de los pequeños y medianos productores, como también de los jóvenes rurales, para garantizar el acceso a su uso, a través de políticas destinadas a su fomento, bajo condiciones de sustentabilidad económica y ambiental, de conservación de los recursos naturales”.
Las propuestas.
Algunas de las propuestas de Federación Agraria Argentina en relación con la tierra:
• Necesidad de que se reglamente la Ley 27.118, de Reparación Histórica de Agricultura Familiar y que las provincias adhieran según su región productiva y con la participación de todas las entidades agropecuarias.
• Crear un banco de tierras fiscales para desarrollar programas de acceso a la tierra, tanto para productores que necesitan aumentar su escala productiva en pos de sostenibilidad económica, como para aquellos hijos de productores que quieran comenzar con la actividad agropecuaria.
• Incluir a las mujeres rurales en las denominaciones de “productor agropecuario”, ya que, tanto en el Censo Nacional Agropecuario, como en todas las mediciones de las explotaciones, económicas y comerciales, hoy se entiende que están dentro de esa denominación, invisibilizándolas y generando y reproduciendo estereotipos de género. Y que se las incluya específicamente en las políticas públicas distributivas de la ruralidad: créditos, acceso a maquinaria agrícola, recursos productivos, etc.
• Posibilidad de regular el mercado de tierras a través de créditos a largo plazo para comprar tierra productiva, tanto para cooperativas, mutuales y/o personas físicas, sean propietarios o trabajadores/as rurales de pequeña escala.
• Programas agroecológicos en las áreas periurbanas y legislación que fomente que las provincias adhieran según sus planes de ordenamiento territorial.
• Reforma impositiva que genere incentivos y castigos para el acceso y uso de las tierras.
• Una nueva ley de arrendamientos o fomento de los arrendamientos por parte de los agricultores de pequeña y mediana escala, con incentivos fiscales, crediticios o condiciones en las negociaciones, evitando la posición dominante de las grandes empresas generadoras de commodities.
• Fomento de normas que controlen y fiscalicen el uso de los recursos naturales, fundamentalmente del suelo a través de una ley de Uso de Suelo, con intervención del INTA.
• Promover una regulación normativa de fomento del agregado de valor en origen, que genere mayores condiciones para la pequeña escala, productores/as pequeños/as y medianos/as y cooperativas o grupos asociativos que participen en la economía social.Dos Florines