Un hábito tan simple como el lavado de manos con jabón puede evitar el contagio de enfermedades letales entre los niños como la neumonía, la diarrea y el síndrome urémico hemolítico, constató AIM.
Los especialistas coinciden en que esta práctica es una de las conductas higiénicas más importantes a la hora de reducir riesgos de contagio con virus y bacterias.
La importancia de lavarse las manos
Previene enfermedades diarreicas.
Disminuye la transmisión de enfermedades respiratorias.
Reduce la incidencia de enfermedades cutáneas.
Combate las infecciones en los ojos como el tracoma.
Disminuye la incidencia en infecciones intestinales como la ascariasis y trichuriasis.
¿Cuándo debemos lavarnos las manos?
Antes de:
Preparar comida o comerla.
Curar una herida o atender a alguien que está enfermo.
Colocarse o quitarse los lentes de contacto.
Después de:
Ir al baño.
Sonarse la nariz, estornudar o toser.
Manipular alimentos crudos, especialmente carnes.
Manipular basura.
Atender a alguien que está enfermo o a bebés recién nacidos.
Cambiar pañales.
Tocar a animales o manipular sus excrementos.
Hacer deportes o gimnasia.
Asistir a un lugar público: hospitales, escuelas, entre otros.
El lavado de manos con jabón es una de las maneras más eficaces y económicas de prevenir, entre otras, las enfermedades diarreicas y la neumonía, que combinadas causan anualmente la muerte de unos 3,5 millones de niños y niñas.
Los niños y niñas son especialmente vulnerables a las enfermedades causadas por el saneamiento inadecuado y las prácticas de higiene deficientes. Más de 5.000 niños y niñas menores de cinco años mueren diariamente como resultado de las enfermedades diarreicas, debidas en parte al agua contaminada, a la carencia de instalaciones de saneamiento básico y a las prácticas higiénicas deficientes.
Mediante el lavado de las manos con agua y jabón, las familias y comunidades pueden ayudar a reducir casi a la mitad las tasas de morbilidad infantil a causa de las enfermedades diarreicas.
Para lograr esa disminución, así como cambios sostenibles, a gran escala y que tengan en cuenta las necesidades de las comunidades, resulta fundamental que se establezcan alianzas con los gobiernos nacionales y locales, las organizaciones internacionales y no gubernamentales, los dirigentes religiosos y comunitarios, las escuelas y el sector privado.
La escuela es un ámbito ideal para difundir el hábito. Los niños que aprenden prácticas higiénicas adecuadas en la escuela pueden convertirse en agentes del cambio al difundir a los miembros de sus familias y comunidades los mensajes que han aprendido.
Esa práctica higiénica, especialmente cuando se lleva a cabo tras ir al baño o antes de comer, puede tener efectos positivos importantes para la salud y la supervivencia, y ayudar a reducir la tasa de mortalidad en la infancia y la pobreza.
Cómo lavarse las manos correctamente
A continuación enumeramos algunos pasos sencillos para eliminar los gérmenes de nuestras manos. Demuestre esta rutina a su hijo(a) – o mejor aún, lávese las manos junto a su hijo(a) varias veces al día para que el/ella aprenda la importancia de este hábito.
Lávese las manos con agua tibia. Asegúrese de que el agua no esté demasiado caliente para las manos de los más pequeñitos
Utilice jabón y frótese las manos vigorosamente de 15-20 segundos (no hace falta que utilice jabón anti-bacteriano, cualquier jabón es bueno). Asegúrese de que lava bien el área entre los dedos y debajo de las uñas donde a los gérmenes les encanta esconderse. ¡No olvide las muñecas! Enjuágese las manos y séquelas bien con una toalla limpia y seca.