El sector advirtió sobre la caída en el consumo de algunos productos, que ronda un promedio del 23% y el aumento en los costos de algunos insumos, que duplicó a la inflación en el último año.
La industria láctea manifestó hoy su preocupación por lo que definió como “una de las crisis más severas de la historia” del sector y sostuvo que “muchas empresas” se encuentran “al borde del colapso”.
En este sentido, advirtió sobre la caída en el consumo de algunos productos en el marco de la pandemia de coronavirus, que ronda un promedio del 23% y el aumento en los costos de algunos insumos, que duplicó a la inflación en el último año.
Así lo señaló el Centro de la Industria Lechera (CIL) en un comunicado de prensa en el que señaló que el sector está “frente a una de las crisis más severas de la historia”, y explicó que, “debido a la imposibilidad de trasladar la suba de costos, hay muchas empresas al borde del colapso por el quebranto de sus balances”.
“Uno de los temas que impacta en la estructura de costos de los lácteos, es el precio de referencia de la leche pagado al productor. En el caso de productos como yogures y quesos, un costo que representa el 34% en la estructura, ha tenido una evolución desde el 2019 a la fecha del orden de 110%, frente a una variación del IPC (inflación) del 53,8%”, subrayó el CIL.
El consumo de yogures, postres y quesos alcanzó las 11,5 toneladas en mayo último, lo que representó una caída del 23,1% en comparación con el mismo mes del año pasado, destacó un relevamiento del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
Los indicadores que maneja la industria láctea muestran así que el mercado de los yogures bebibles cayó 25,7% en mayo respecto a abril y 8,3 % de marzo a abril pasado, cuando comenzó la emergencia sanitaria.
Por su parte, la venta de postres lácteos mermó de abril a mayo 16,1%, en tanto que la de los quesos firmes cayó 21,3 en el mismo lapso.
El CIL destacó que, “más allá de un aparente pico de consumo durante los primeros días de la cuarentena, los números dan cuenta de un fuerte descenso en la venta de alimentos en general”.
Asimismo, puntualizó que “el resto de la cadena de valor se encuentra impactada por precios dolarizados que muchas veces toman de referencia la cotización de la divisa libre (dólar blue) como sucede con los insumos del packaging, tales como plásticos y cartón”.
Una de las características del sector lácteo es su creciente atomización en los últimos años.
En la actualidad, el 64,3% de la producción se distribuye entre 33 empresas y ninguna de ellas tiene más del 15% en la producción local.
Según la OCLA, las empresas lácteas que encabezan el ranking de la leche producida en el país son Mastellone y Saputo con el 11,8% y 11,5% de participación, respectivamente.
Luego, aparece otro grupo de empresas que, cada una de ellas, alcanza entre 4,9% y 2,2%, ubicándose en orden decreciente.
Según datos oficiales, la producción primaria de leche, pieza clave en la cadena de valor, viene observando una tendencia decreciente en los últimos años, ubicándose lejos del pico observado en 2015.
Así es como la producción totalizó 10.343 millones de litros en 2019, mientras que la misma había alcanzado 12.061 millones en 2015, con lo cual sufrió una baja del 14,2% en cuatro años.