La investigación apunta a que el sueño de baja calidad tiene consecuencias sobre la mala salud de los adolescentes, más que la cantidad de horas de sueño.
Una nueva investigación de la Universidad de British Columbia (EEUU) explica que el sueño de baja calidad tiene consecuencias sobre la mala salud de los adolescentes, más que la cantidad de horas de sueño.
La autora de la investigación Annalijn Conklin, explicó que “los niños que regularmente tenían problemas para conciliar el sueño o para quedarse dormidos tenían casi dos veces y media más probabilidades de reportar una salud subóptima o inferior a la excelente, en comparación con los que no lo hacían”.
La investigación se basó en 3.104 estudiantes de edades entre 13 y 17 años durante un periodo de dos años y encontró que los problemas acumulativos de sueño tienen una consecuencia directa sobre la salud de los jóvenes.
La profesora asistente de ciencias farmacéuticas en la UBC y científica del Centro para Evaluaciones de Salud y Ciencias de Resultados, ha encontrado además relación entre los malos resultados de salud y el hábito de dormir menos de ocho horas por la noche.
“Lo que fue particularmente interesante fue que la relación entre el sueño crónico, de mala calidad y el resultado de salud fue más fuerte en los niños que en las niñas”, ha apuntado Conklin.
“Incluso si a estos adolescentes les resultaba difícil conciliar el sueño solo una noche a la semana, si esto ocurría regularmente durante dos años, realmente parecía afectar su salud general”, ha añadido.