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La UIER pide discutir con Bordet los pobres indicadores de empleo e inversión

La Unión Industrial de Entre Ríos presentó un informe con indicadores sociales y económicos y asegura que solicitó una audiencia al Gobernador.

Este viernes, la Unión Industrial de Entre Ríos presentó un informe que lleva por título “El empleo industrial es clave para revertir los indicadores de pobreza en Entre Ríos”, donde avanza y se introduce en la complejidad de los indicadores que ponen a provincia en lamentable sitial a nivel nacional.

En la elaboración de este informe, la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER), con datos oficiales, hace un cruce estadístico entre el aumento de los indicadores de pobreza e indigencia en la provincia, con el los de estancamiento de los niveles de empleo e inversión.

En el paper técnico hay un párrafo que se destaca ya que indica que “desde la entidad, en función del presente informe, se ha solicitado y se está a la espera de mantener una audiencia con el Gobernador de la Provincia para trasladar la preocupación y la inquietud sobre todas las problemáticas que aquí se describen y otras puntuales del sector”.

Indicadores nacionales.

En el trabajo de la entidad fabril local, se asegura que en su último informe, la Unión Industrial Argentina (UIA) informó que en febrero, la actividad industrial tuvo una caída interanual de -5,2% y de -0,8% en la medición desestacionalizada con respecto al mes anterior. Se trató de una caída luego del buen desempeño de los meses anteriores asociada a factores como paradas de plantas, vacaciones y una mejor base de comparación.

En este sentido de argumentación, avanza diciendo que, asimismo, según el Centro de Estudios de UIA, en enero los asalariados registrados del sector privado presentaron un aumento mensual de +0,3% s.e. (+15.923 trabajadores). Si bien es el mayor crecimiento mensual desde 2015, se explica en parte por el muy bajo punto de partida. En tanto, en la industria, si bien el empleo asalariado registrado aumentó por octavo mes consecutivo, el incremento fue muy leve (+0,1%; +1.513 trabajadores), lo que marca una clara desaceleración luego del pico de crecimiento mensual de septiembre (+0,4%).

En este escenario, finalizado el primer trimestre, la entidad señala que la posibilidad de sostener el ritmo de crecimiento para el resto del año dependerá de la evolución de la situación sanitaria, la campaña de vacunación y el impacto de las recientes medidas para contener el avance de la segunda ola de la Covid-19.

La industria continuará operando bajo estrictos protocolos pero aún así el sector sigue alcanzado por un conjunto de nuevos costos y dificultades ocasionadas a lo largo del 2020 que inciden en el desempeño productivo. Se trata de los nuevos costos por el elevado ausentismo, la implementación de testeos, el costo de traslado del personal y el clima de incertidumbre macroeconómica, sumado también a los cambios constantes en reglas de juego.

En este marco, la recuperación del empleo asalariado sigue siendo débil. Esta situación se refleja a la hora de analizar los datos de pobreza e indigencia del país y Entre Ríos, que marcan el deterioro progresivo de la economía y del trabajo. Del mismo modo, las sucesivas crisis que atraviesa la Argentina y la falta de condiciones que generen previsibilidad dan cuenta de un estancamiento de la inversión privada, vital para revertir los indicadores sociales.

Pobreza e indigencia.

El trabajo presentado en el sitio web de la UIER, y utilizando el informe elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para el segundo semestre de 2020, la pobreza en el país creció al 42% y la indigencia al 10,5%.

Hace 10 años atrás los niveles de pobreza del país se posicionaban en torno al 32,5%, y los de indigencia entre 7,5% y 8%, según sendos estudios publicados en 2010 por los investigadores Zack, Schteingart y Favata; al igual que Tornarolli lo hizo en 2018, que desarrollan series estadísticas de dichos indicadores comparables a lo largo de los últimos 20 años, en los cuales salvan los cambios metodológicos, discusiones en torno a las medidas del gobierno sobre precios e inflación, entre otras dificultades.

“Cuando se analiza el mismo período en los conglomerados de Entre Ríos, el impacto es prácticamente similar. A fines del año pasado, el índice de pobreza en el Gran Paraná trepó al 40,9%, mientras que en Concordia fue del 49,5%. Hace 10 años, siguiendo las metodologías de los autores planteados anteriormente, se puede estimar de forma provisoria que en Paraná los niveles de pobreza alcanzaban al 31-33% de la población, y en Concordia al 39-41%”, expresaron los industriales entrerrianos, y es aquí donde recuerdan la reunión pendiente con el Jefe del Ejecutivo entrerriano.

Empleo nacional.

Por otro lado -continúa diciendo textualmente el informe-, a la hora de analizar los indicadores laborales, la creación de empleo privado registrado en Argentina se encuentra virtualmente estancada. En la última década, entre los años 2010 al 2020, el empleo asalariado privado registrado solo creció 1,8%, es decir poco más de 40.000 empleos asalariados, lo que representa una tasa de crecimiento promedio anual del 0,2%.

Hacia fines del año 2020, Argentina presentaba 222 mil puestos de trabajo menos respecto de un año anterior (-1,8%) y más de 445 mil (-4%) respecto del máximo anterior, de diciembre 2017. Respecto a los asalariados del sector privado registrado, a fines de 2020 se registraron 200 mil puestos menos, representando una caída del 3,4% en relación a fines del año anterior, lo que a su vez implica una pérdida de 504 mil puestos de trabajo asalariados privados (-8%) respecto al máximo anterior observado en marzo 2018.

En tanto, el sector industrial presentó 7.000 puestos de trabajo más respecto de fines del año 2019 (+0,7%), pero significa una caída del 14% respecto del máximo observado en marzo del 2013, lo que representa una pérdida de 180 mil puestos de trabajos industriales.

Empleo en Entre Ríos.

A la hora de abordar el caso de nuestra provincia, se asegura que en Entre Ríos se registraron en el tercer trimestre del 2020 cerca de 135 mil asalariados registrados del sector privado. Esta situación refleja 4000 trabajos menos de los identificados hace un año atrás (-2,9% interanual), mientras el sector industrial presenta una situación de estabilidad, con 100 nuevos puestos desde un año atrás (+0,4%).

“Pero si se compara esta situación con los máximos observados para el tercer trimestre del año 2015, se identifica que el total del empleo privado registrado de Entre Ríos presenta una caída de casi el 10%, perdiendo 14.500 puestos laborales. Al contrario de lo observado a nivel nacional, esta situación en el sector industrial es de menor caída relativa (-3,2%) respecto al total del empleo, aún así representando una pérdida de 930 puestos de trabajo”.

Inversión.

El bajo nivel de inversión de Argentina es uno de sus principales parámetros macroeconómicos, dicen los industriales entrerrianos. Actualmente, el país presenta una baja tasa de Formación Bruta de Capital Fijo, que viene cayendo en los últimos años por debajo del 15% de su PBI. En la última década, presentó su máximo nivel de inversión en 2011, año en que llegó al 18,4% contra un 21% para el promedio de América Latina. En este año, nuestro país alcanzó el puesto 16 de 19 registrado en niveles de inversión.

“A nivel provincial, se pueden observar las dificultades en términos de inversión a partir de la variación de la cantidad de empresas registradas. A lo largo de la década, en el país se han registrado 3.168 industrias menos (-5,5%), aunque en términos generales en 2018 se identificaron 2.867 empresas menos (-0,5%). Mientras tanto, en comparación con el máximo observado en 2012, se identifica que hay 3.694 industrias menos (-6,3%) y -15.015 empresas menos (-2,5%)”, detalla el trabajo.

En Entre Ríos, el último dato (2018) da cuenta de que desde el comienzo de la década (2010) en la provincia se crearon 24 nuevas industrias (1,6% en 8 años), pero desaparecieron a nivel total 868 empresas (-4,6%). Y si se compara esta situación respecto del último máximo registrado en 2012, se identifican que en 2018 hay 44 industrias menos (-2,8%) respecto de dicho año, y hay 1.289 empresas menos en términos totales (-6,7%).

Con estos datos, “resulta imprescindible que el sector privado cuente con condiciones macroeconómicas de estabilidad, seguridad jurídica y reglas de juego claras y previsibles que impulsen las inversiones con vistas al mediano y largo plazo”, expresan.

Asimismo, desde la UIER se advierte sobre la importancia de armonizar las variables inflacionarias, fiscales, cambiarias, tarifarias y de acceso al financiamiento para estimular las inversiones industriales que promuevan mayor creación de empleo de calidad y la reducción de los indicadores sociales de pobreza e indigencia.

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