La Ley de Acceso a La Tierra que, desde hace varios años, impulsa la UTT es una norma “con doble impacto en derechos sociales básicos: tierra para producir alimentos sanos que den salud al pueblo”, dijeron a AIM desde la organización.
En Argentina, sólo el 13 por ciento de la tierra está en manos de pequeños productores que producen más del 60 por ciento de alimentos que circulan en el mercado interno, mientras que el uno por ciento de las explotaciones agrarias controlan el 36 de la tierra cultivada en nuestro país.
Las familias trabajadoras de la tierra “alquilamos el lote donde producimos y vivimos (o sobrevivimos). Los dueños de las tierras no nos permiten construir viviendas dignas, vivimos en casillas de nylon y madera. En estas condiciones se producen la mayoría de los alimentos que llegan a las mesas argentinas”, agregaron desde la Unión de Trabajadores de la Tierra.
¿Qué piden?
La creación de un Procrear Rural. Así, en vez de pagar alquileres abusivos, “podríamos pagar un crédito que nos permita acceder a tierra propia y nos de seguridad para producir alimentos e invertir en el camino hacia la agroecología, porque además de enfermarnos con agroquímicos, las familias que dependen de estos venenos producen a precio dólar y venden en pesos”.
¿Quién se puede oponer a una ley que dé créditos a quienes producen alimentos para que vivan dignamente y puedan ofrecer una mejor calidad de alimentos al pueblo argentino?
Este proyecto de ley, que la UTT presentó por tercera vez en el Congreso en 2020, “no nace de un repollo. Son cientos de años de conflictos por la tierra, campesinos asesinados por el derecho al territorio, condiciones de vida y producción paupérrimas para las familias agrícolas de todo el país, basados en un sistema desigual de concentración de la tierra y expulsión de los campesinos y las campesinas”.
Con el acceso a la tierra para las y los productores de alimentos “reduciríamos muchos de los problemas que hoy acarrea la industria agroalimentaria: hiperconcentración, especulación de precios, contaminación y trabajo informal o esclavo”, subrayaron a AIM desde la UTT.