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Lo que hay que saber de la fiebre amarilla

Fue la gran peste que causó la gran mortandad en la presidencia de Sarmiento en 1871 y hoy golpea las puertas de la Argentina nuevamente. El jueves la provincia de Corrientes lanzó una alerta epidemiológica en localidades fronterizas con Brasil por el brote de la temible fiebre amarilla, y comenzó una vacunación casa por casa. “La forma de prevención es que en esos lugares denominados endémicos o cercanos a donde pueden ocurrir brotes, se recomienda la vacunación de las personas”, explicó a AIM la epidemióloga, Silvina Saavedra.

Fuentes del Ministerio de Salud Pública correntino, manifestaron su preocupación por la situación que se viven en algunos departamentos vecinos de Brasil el brote de fiebre amarilla. Tan es así que dado la cercanía, avanzaron en un programa de vacunación y sensibilización para que la comunidad en las localidades de Garruchos, Garabí, San Carlos y Liebig, lugares considerados vulnerables por limitar con el vecino país. Pero ¿cuál es el grado de preocupación se debe tener sobre esta situación? Consultada por esta Agencia, la experta y subsecretaria de Salud municipal Silvina Saavedra, explicó que “la fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por un mosquito, y que tienen un ciclo selvático y otro urbano. En el ciclo selvático el mosquito se llama Haemagogus; es un mosquito que está árboles, zonas bien selváticas. Y en la ciudad, el que la transmite es el Aedes aegypti. En Argentina hay zonas afectadas y de hecho en su calendario de vacunación se aplica la vacuna contra la fiebre amarilla al año de edad y a veces se hace un refuerzo según la situación epidemiológica”, describió respecto al escenario sobre esta enfermedad.

En cuando al registro del problema, expuso que “se registran los brotes porque en general aparecen monos, que son reservorios de la enfermedad, y comienza a haber mortandad por la enfermedad. Hay un sistema de vigilancia que cuando se detectan animales muertos, se realizan análisis para ver si se murieron realmente de fiebre amarilla. Cuando se comienza a registrar esto, se eleva el alerta para la población humana, ya que el vector urbano es el Aedes aegypti que transmite el Dengue”, y es por eso que “se evita la transmisión urbano, disminuyendo la posibilidad de Aedes aegypti”, planteó.

En cuando al “grado de atención”, observó que “lo debe prestar el fronterizo, y alguna persona que viaje a esos lugares endémicos de fiebre amarilla o que presentan brotes”. Recordó que “las personas que viajan a Brasil generalmente se les pide que se vacunen para evitar que se contagien. Las personas que se vacunan evitan que vuelvan infectado y evitar que contagien por si hay en su casa Aedes. Además, que es una enfermedad de una alta mortandad”, advirtió.

Y sobre el inicio de contagios, indicó que se inicia con gente, trabajadores o turistas, que “está en contacto con los lugares selvático y son alcanzados por el Haemagogus inician el ciclo en estos lugares y en la ciudad cuando los pica el Aedes aegypti”. Y redondeó: “Hay que trabajar en la prevención como en el Dengue, no hay que tener Aedes aegypti”.

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