Eugenia Delorenzi
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La Fundación Cener (Centro de Neurología y Recuperación Psicofísica) que se encuentra ubicada en la localidad entrerriana de General Galarza, trabaja en una serie de investigaciones que buscan establecer diferencias entre los pacientes que padecen determinadas patologías nerviosas o neurológicas que viven en la zona rural, de los que residen en la zona urbana. Allí han puesto el eje en cuatro patologías diferentes, que están en materia de investigación, y que ya arrojaron los primeros datos. En este contexto, en una entrevista con Mirador Entre Ríos, el doctor Santiago Sanfilippo, director del Cener, brindó detalles sobre el trabajo que llevan adelante desde la fundación.
En primer lugar, explicó: “Lo que hacemos nosotros es intentar investigar las diferencias que existen en algunas patologías que se dan en el ámbito rural o en el ámbito urbano. Cuando decimos rural nosotros consideramos según lo establece la Organización Mundial de la Salud, a toda localidad que tiene menos de dos mil habitantes. En caso contrario, lo consideramos como ámbito urbano”.
Respecto del trabajo que actualmente están desarrollando, el profesional detalló: “Investigamos varias cosas, ahora estudiamos la presencia de Parkinson, fundamentalmente, después la cantidad de malformaciones de nacimiento que se dan en los chicos, y además analizamos lo que es la reserva cognitiva y el Alzheimer. Todo esto está en estudio”.
Además, comentó que habían iniciado un estudio “donde nosotros lo que hacemos es, de acuerdo al equipamiento de neurofisiología, medir la velocidad de conducción de los nervios periféricos, de los pacientes rurales y los pacientes urbanos bajo las mismas condiciones, con el mismo equipo y en el mismo laboratorio para que no varíe absolutamente nada y encontramos que la gente que vive en la ruralidad, casi en el 80% de las personas —siempre hablando de personas mayores de 18 años— hay una disminución de la velocidad de conducción en un 20% en relación a la gente que vive en la zona urbana”.
En algunos casos, según informó Sanfilippo, se puede ver esto acompañado de síntomas. El doctor enumeró que los pacientes comienzan a manifestar: pérdida de fuerza; dolores de tipo quemante en las piernas y en los pies; hormigueos; sensación de frío o de calor en la planta de los pies”.
La relación con los agroquímicos
Consultado sobre la relación que podrían tener estos primeros resultados con el contacto con los agrotóxicos, el profesional, indicó: “Esto lo relacionamos con la cantidad de agroquímicos que se están utilizando y esa puede ser una de la causas porque no encontramos otro factor que nos ayude a pensar en otro tipo de patología. Hemos tenido pacientes incluso que han sido fumigados, que están en las escuelas o gente que trabaja directamente con agroquímicos con severos casos de esta neuropatía. Esta condición de la disminución de conducción nerviosa es muy significativa entre un grupo y otro”.
“Lo que sucede es que no podemos decir que se trata de los agroquímicos porque en realidad para hacer eso necesitamos las mediciones y acá no hay para hacer mediciones, solo podemos recurrir a un laboratorio que está en Mar del Plata, que los pacientes no pueden abonar, la Fundación nuestra tampoco tiene los medios para hacerlo y las obras sociales muchas veces se niegan a hacerlo, entonces es muy difícil, solamente en los casos más importantes, o más agudos se pueden hacer las mediciones del caso”, aseveró.
En este contexto reafirmó: “La relación con los agroquímicos considerémoslo como una de las posibilidades. Quizás la posibilidad que más se acerca, pero sin las mediciones precisas solo podemos decir que es una de las posibilidades”.
Me parece que hay que estudiar bien la relación con los agrotóxicos, hay que investigar las condiciones del agua, hay que investigar a las empresas que desechan químicos. En todo el país la cuestión ecológica debería ponerse en primer lugarSantiago Sanfilippo
director del Cener
Los efectos de los agroquímicos en la salud
Indudablemente la provincia de Entre Ríos se ve atravesada por las consecuencias que trae la falta de controles a la hora de fumigar y las consecuencias que esto representa para la salud de los entrerrianos.
El doctor dio su percepción respecto de otras patologías neurológicas y la relación con los agroquímicos, y manifestó: “Por lo que nosotros vemos, por la forma de fumigación y el poco control que hay, me parece que hay una relación que podría llegar a ser directa entre los agroquímicos y algunas patologías que uno ve. Eso es lo que nos llama la atención, más allá de haber casos agudos, bastantes, que tienen directa relación con los agroquímicos”.
En relación a las personas que son directamente afectadas por los agrotóxicos, Sanfilippo resaltó que “en algunos casos de maestras o chicos que fueron sometidos a fumigaciones cercanas y otros casos de gente que han trabajado directamente con agroquímicos y han tenido patologías bastante importantes. Pero sí consideramos que hay una relación”.
“Otra cosa que hemos visto pero no hemos estudiado, es la cantidad de casos de tiroides que hay. Si te pones a ver lo que sucede en Capital Federal y lo que sucede acá es enorme la diferencia. Son muchísimos más los casos entrerrianos”, analizó y agregó que esto se puede dar “por el contacto con agroquímicos porque producen lo que se llama una irrupción hormonal”.
El eje de estudios
“Desde el principio nos llamó la atención la cantidad de malformaciones que existen en esta provincia, además de chicos con retardo madurativo, parálisis cerebral, alteraciones genéticas, dificultad de aprendizaje, trastornos de hiperactividad, o con autismo. A partir de ahí comenzamos a hacer una serie de investigaciones y buscamos cuatro puntos para poder investigar”, confirmó el profesional.
A partir de allí se comenzaron a analizar la velocidad en la conducción nerviosa, también los casos de Parkinson y la respuesta cognitiva y Alzheimer en los pacientes a estudiar.
Respecto a la posible fecha en la que se conocerán algunos de los resultados, Sanfilippo explicó: “Los resultados dependen de cómo nos administramos, como los hacemos con fondos propios todo depende de los tiempos y los gastos. No tenemos fechas de finalización de los estudios. El estudio sobre el Alzheimer tendría resultados de acá a un año y medio”, ejemplificó, y agregó: “Lo hacemos a través de la fundación, con fondos propios. Nosotros no tenemos subsidio de ningún tipo, ni privado ni público. La fundación recibe nada más que el aporte nuestro, es decir, de los dueños de la clínica nada más. Y lo hicimos con esta consideración”.
Sin antecedentes
Uno de los datos más llamativos, se relaciona con que no hay antecedentes de estudios similares en nuestro país. En este contexto, el director del Cener explicó: “No hay estudios parecidos al nuestro en ningún punto del país. Hay estudios con respecto al Parkinson pero no en nuestro país ni países cercanos. Hay estudios en España y en Estados Unidos, por gente que estuvo expuesta al glifosato y les ha producido Parkinson, pero no es el caso nuestro porque aún no estamos en condiciones de afirmar eso todavía. Me parece que hay que estudiar bien la relación con los agrotóxicos, hay que investigar las condiciones del agua, hay que investigar a las empresas que desechan químicos. En todo el país la cuestión ecológica debería ponerse en primer lugar”, concluyó.
Los primeros datos
Los resultados revelaron que quienes residen en el campo presentan una disminución neuronal mayor que quienes viven en las ciudades. Al respecto, Sanfilippo afirmó que “hemos comprobado que los pacientes que viven en zonas rurales presentan una disminución de la velocidad de conducción del 20%. Esto indica que existe un problema en el nervio periférico, especialmente a nivel de la mielina”.
Y en este sentido explicó: “Estos pacientes tienen lo que se denomina una polineuropatía de carácter milínico y con cierto componente axonal, por lo que podríamos considerar que se trata de un problema nutricional, metabólico o tóxico”.
Los daños de las fumigaciones son reales
En relación a las consecuencias directas del contacto con los agroquímicos, el doctor analizó: “Nosotros hemos recibido casos agudos muy importantes de gente afectada por agroquímicos, algunos que están en recuperación, gente que ha venido a hacer rehabilitación. El caso que más se conoce es el de la docente Estela Lemes, por ejemplo, y otros más que prefieren mantener el anonimato pero que han trabajado o trabajan con agroquímicos, tanto en el campo como en la industria, y eso les ha traído problemas de salud y anomalías en los nervios periféricos que es lo que nosotros estamos viendo en estos estudios. De los trastornos pulmonares, entre otras patologías que nosotros no estamos investigando, porque nos dedicamos exclusivamente a estudiar las patologías en relación al sistema nervioso”.