El balance de año que hizo la presidente de la Junta de Gobierno de Aldea San Rafael, Roxana Toloy, permite tomar dimensión de los pequeños y grandes problemas que deben enfrentar todos los días.
Que una Junta de Gobierno atiende muchos más temas que los que realmente debería no es ninguna novedad. Está claro que siempre aparecen cuestiones que exceden a los acotados presupuestos de pequeños poblados. Pero las necesidades están y entre la inventiva, las gestiones y los malabares económicos que muchas veces se deben hacer, se logra hacer frente a los temas que necesitan solución para la comunidad.
La presidente de la Junta de Gobierno Roxana Toloy hizo un balance de estos dos años de gestión que lleva en San Rafael, enumerando logros y proyectos que aún están en carpeta.
Explicó que “Estamos conformes con lo hecho, aunque siempre queda mucho por hacer, a eso lo tenemos claro. No ha sido fácil en tiempos de pandemia, pero creemos que el balance es positivo y San Rafael sigue creciendo, que es lo importante”. Aquí la coparticipación que reciben se fue incrementando para intentar palear al menos un poco el ritmo de la inflación. Comenzaron el año con $104.35, pasando después a $112.723 y teniendo ahora un total de $162.035 para hacer frente a múltiples compromisos.
Lo hecho
Toloy detalló que “se arreglaron y pintaron juegos de plaza y también se hicieron mejoras en el cementerio. Colaboramos mes a mes con las instituciones para el pago de luz, agua e internet. Además, se hicieron aportes tanto a la escuela primaria como a la secundaria, la iglesia, el club y el centro de salud, acompañando además diferentes eventos”.
Siguiendo su enumeración, explicó que “se compró una hidrolavadora para la escuela, una pistola láser para el centro de salud y además se realizó la poda de todos los arboles de nuestra aldea. Adquirimos herramientas de trabajo, una bomba fumigadora, compresor, pala, acoplado, amoladora, motor nuevo para el tractor zampa, motosierra y se realizaron diversos mantenimientos de nuestras herramientas y maquinarias, comprando broza para los caminos, piedra de arroyo para las calles de la planta urbana y hay además equipos comprados para reponer donde falta”.
Toloy indicó que “se colabora con ayuda económica en lo que refiere a salud para familias de nuestra aldea. Entregamos programas Mil Evita para que familias puedan arreglar sus viviendas, compramos columnas para alumbrado público y recibimos luminarias led, comprando desde la Junta algunas más. Apostando por el mantenimiento del alumbrado público, se compraron focos, fotocontroles y cables para reparar luminarias”.
Los frentes que debe atender una Junta de Gobierno son de los más diversos, y la jefa comunal explicó que se suma, por ejemplo, “el servicio de agua, mantenimiento de pasto y riego de calles. Se realiza además la entrega de semillas para cada época del año para los vecinos”.
Y sumó como datos que “Entregamos cinco viviendas y todos los meses compramos combustible para las diferentes tareas a realizar, además de los repuestos necesarios para nuestras maquinarias. Incluso se suman adquisiciones más pequeñas pero no menos importantes, que van desde artículos de librería, pintura y productos de limpieza”.
Más datos
Por otro lado, resaltó además que “Desde la Junta se abonan todos los seguros correspondiente para la seguridad y realizamos conexiones de agua, sumando permanentes gestiones para el mantenimiento de caminos de broza y tierra. Si bien sabemos que siempre falta, estamos en constante comunicación con Vialidad”.
Toloy destacó además “la colaboración que ofrecimos para que las personas de nuestra aldea sean vacunadas contra el covid a través del hospital de Crespo. En este y otros casos, las gestiones son claves para lograr concreciones. Y los temas, naturalmente, son de los más diversos, incluyendo pavimento, broza, ripio para caminos, juegos saludables y hasta un nuevo tanque de agua”.