Tras la polémica por casos de Covid-19 en frigoríficos, Pablo Basso, de Bromatología, sugirió ser “exagerado a la hora de definir contactos estrechos”. Nahuel Amore
La trascendencia mediática de los casos de coronavirus que se detectaron en el Frigorífico Alberdi de Oro Verde abrió nuevamente la polémica respecto de la necesidad de continuidad de trabajo en las empresas y los temores de los empleados y sus familias. En ese marco, la lupa vuelve a posarse sobre los protocolos autorizados por los organismos sanitarios que avalan las medidas dentro de las plantas, el modo de determinar los contactos estrechos y la inmediata reactivación productiva, más aún en sectores esenciales.
En diálogo con DOS FLORINES, Pablo Basso, titular del Instituto de Control de Alimentación y Bromatología (ICAB) de Entre Ríos, concuerda con que los protocolos evitan los cierres, aunque recomendó que ante la presencia de test positivos “se puede disminuir por un período corto de tiempo el nivel de producción, lo cual es útil para proteger la vida”. “Nosotros estamos proponiendo y tratando de convencer a todo el mundo de que se sea exagerado a la hora de definir contactos estrechos, aunque esto vaya en contra alguna agilidad en la producción”, argumentó.
El funcionario entiende que cuando se activan los protocolos en las industrias “obviamente hay una puja de intereses que se puede ver, entre lo que es un sector gremial con la patronal”. Por ello, para atender la situación sanitaria sin llegar al extremo de interrumpir actividades esenciales, planteó: “Desde el punto de vista sanitario, quienes ayudan a tomar las decisiones, sean autoridades locales, el COES provincial y nosotros mismos, tenemos que aportar datos para tratar de apostar a la sensibilidad y responsabilidad”, afirmó.
Al respecto, puso el foco en un criterio básico, que debieron acordar las autoridades, para poder definir a quiénes aislar. “Es muy difícil mediar entre saber si una persona fue un contacto estrecho para saber si tiene que estar trabajando o no. La diferencia, el límite de tiempo entre que una persona empieza con síntomas y que tuvo contacto con la persona, que hoy son 48 horas, pueden ser hasta subjetivos. Ahí empieza un debate que es complicado”, analizó.
Protocolos
Consultado por el grado de rigidez de los protocolos que deben aplicar las empresas ante un contexto dinámico, Basso consideró que es necesario que “se vayan reformulando”. “En la medida de esa dinámica, es potestad de la empresa ir actulizándolos”, remarcó a DOS FLORINES.
En esta línea, recordó que al inicio de la cuarentena, las plantas alimenticias continuaron trabajando y estaban exentas de tener que presentar un documento para informar cómo proceder ante un contagio. “Son empresas que ya estaban trabajando antes de los protocolos y nunca dejaron de trabajar. Nosotros los empezamos a pedir y, casi como una ayuda, empezamos evaluarlos con gente que está en el tema sanitario y darles una devolución para ver cómo los están aplicando”, señaló.
Al respecto, agregó que “ante el avance del conocimiento del Covid-19, como por ejemplo el distanciamiento que era de un metro y luego de dos metros o la inutilidad del barbijo que luego se comprobó que era útil, se necesita un tipo de actualización de protocolos. Por eso, la idea es que el protocolo no sea estático sino que esté constantemente en revisión”.
Por otro parte, sobre los controles a estos procedimientos, aclaró: “En muchos casos hay protocolos que contemplan su propio control a través de Comités de Emergencia dentro de las empresas. También las autoridades locales pueden detectar si está mal implementado ante la aparición de un caso, es decir, pueden auditar y tomar alguna medida”. No obstante, también admitió que “hacer una auditoría es hacer una fotografía de un solo día”, por lo cual “hay que hacerlo a conciencia siempre”, con un compromiso real del personal.
—¿Es la sectorización la principal medida para prevenir mayores contagios en las plantas y evitar los cierres totales?
—Es una más. La gente tiene que dar garantías de no estar en contacto con otras. También da garantías si tenés una buena higiene, si tenés distanciamiento durante todo el período, tenés un control de ingresos, tenés elementos de protección personal que realmente se utilizan, que los elementos de higiene estén disponibles y en todo momento. Hay una serie de cosas que también deberían garantizar que no haya diseminación de un virus dentro de un establecimiento de producción, no sólo la sectorización. Ahora, si por tomar medidas rápidas para proteger un sistema productivo tenés sectorizado, es más fácil, porque mientras hacés el análisis de contactos estrechos podés aislar a todo un sector, poniendo a trabajar otro, con una desinfección previa. Esto es para una agilización del sector.
Pospandemia
A lo largo de la historia de las industrias, la implementación de diferentes protocolos y procedimientos ha sido una política empresarial necesaria para adaptarse a los contextos y garantizar de la menor manera la calidad de los productos y el cuidado del personal. En este sentido, la pregunta hacia Basso apuntó a cuáles serán los criterios sanitarios que permanecerán por un largo tiempo en las plantas una vez que terminen los riesgos por el coronavirus en la pospandemia.
“En su mayoría, se van a mantener las medidas. Por ejemplo, en la industria alimentaria, muchas de las medidas que se toman ahora para el Covid son las que siempre se tomaban. En los manuales de buenas prácticas que se presentan habitualmente, ya figuran. Lo que sucede es que con el uso de los protocolos y la falta de actualizaciones, además de la ausencia de control interno, han dejado de cumplirse. Pero la verdad es que este refresco hace que estemos atentos, aun a cosas nuevas”, aseguró.
En este sentido, el titular de Bromatología provincial anticipó que “el tema del distanciamiento es una medida que debe venir para quedarse”. “Antes no se tenía en cuenta y tenías lugares de trabajo donde hay casi que hacinamiento por las condiciones de trabajo. No eran óptimas pero sanitariamente no se encontraban con nada riesgoso”, analizó. De todas formas, remarcó que las políticas de higiene y desinfección continuarán por mucho tiempo más, como nuevas costumbres que instauró esta pandemia.