Tal como había ocurrido en los otros dos partidos del grupo pero ahora con un final feliz, Diego Armando Maradona vibró con la Selección argentina, que le ganó 2 a 1 a Nigeria y consiguió el pase a octavos de final.
El ex futbolista se mostró con un buzo distintivo de México 1986, pero tanta adrenalina descargada lo hizo quedarse rápidamente en remera, incluso antes de que empezara a rodar la pelota.
Amable, Maradona se sacó fotos en su palco con cientos de fanáticos que se acercaron y hasta se dio el gusto de bailar con una nigeriana.
Incluso, hasta se tomó una par de fotografías que se viralizaron por redes sociales con Guillermo Cóppola, con quien estaba distanciado luego de que fuera su representante por años.
Tras hacer su clásico gesto de huevos, cuando empezó el partido se lo vio gesticulando en más de una ocasión y vibró con el gol de Lionel Messi, al punto tal que se abrazó a sí mismo y lanzó un “gracias Dios”.
Con el empate de penal de Víctor Moses, se le desdibujó la sonrisa de la cara y se puso tan nervioso como el equipo de Jorge Sampaoli.
Sin embargo, festejó alocadamente cuando Marcos Rojo convirtió el gol de la clasificación y se fundió en un abrazo con uno de sus allegados.
Después del tanto, se lo vio con las manos pegadas, mirando al cielo y agradeciendo por la clasificación.
Si bien las cámaras de la transmisión no lo captaron, una vez terminado el encuentro, trascendió un video en el que se lo ve a Diego irse en andas de su palco.
Luego de sentarse en una silla tras que le bajara la presión, esperó un rato hasta sentirse mejor y pudo salir de la cancha.
Ante los rumores sobre complicaciones en la salud del criado en Villa Fiorito, el propio Diego le envió un audio de WhatsApp a su novia, Rocío Oliva, para desmentirlos.
“Hola, mi amor. Acabamos de aterrizar en Moscú. Ni cardiorrespitario, ni lesión, ni nada. Al contrario: terminó el primer tiempo y me fui a hablar un rato con una gente que estaba ahí, que va en contra de (Claudio) Tapia”, contó Maradona.
Además, el histórico 10 insistió en la explicación en sus redes sociales: “Quiero contarles que estoy bien, que no estoy ni estuve internado. En el entretiempo del partido con Nigeria me dolía mucho la nuca y sufrí una descompensación. Me revisó un médico y me recomendó que me fuera a casa antes del segundo tiempo, pero yo quise quedarme porque nos estábamos jugando todo. ¿Cómo me iba a ir? Les mando un beso a todos, perdón por el susto y gracias por el aguante, ¡hay Diego para rato!”.