Mientras el gobierno de Javier Milei espera una inflación de 3,7 por ciento para julio, los precios siguen subiendo y la prueba de ello es el nuevo incremento que tendrán los combustibles a partir del 1 de agosto.
Tras conocerse que aumentarán también los servicios públicos, tarifas de celulares, prepagas y alquileres, ahora se reveló que el índice de suba para la nafta y el gasoil será de alrededor de un tres por ciento, lo que incluye el traslado al precio final de la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial, del dos por ciento, y una actualización de sólo el uno por ciento en el impuesto a los combustibles líquidos.
De esta manera, la decisión de la gestión libertaria es aplicar sólo una pequeña suba del tributo, con el fin de no aumentar la presión sobre el costo de vida.
A cuánto se va el litro de nafta desde este jueves
Así las cosas, desde el 1 de agosto, el litro de nafta súper de YPF pasará de $940 a $970 en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que el gasoil se apreciará de $980 a unos $1.010 por litro.
De este modo, los combustibles subieron más del 126 por ciento promedio en el año, ubicándose por encima de la inflación.
Fuerte caída en la venta de combustibles
En junio, la venta de combustibles experimentó una significativa caída del 12,05 por ciento, según los datos proporcionados por la Secretaría de Energía. En total, se despacharon 1.313.239 metros cúbicos de combustible, siendo la nafta premium el segmento más afectado, con una disminución del 20,61 por ciento.
Las ventas en junio fueron dominadas por las naftas, que representaron el 61,4 por ciento del total de combustibles vendidos, en contraste con el 38,6 por ciento correspondiente al gasoil. La caída en la venta de nafta premium resalta una tendencia preocupante para el sector, que ya acumula siete meses consecutivos de descenso.
El impacto de esta disminución se siente con especial fuerza en las provincias limítrofes con otros países, donde la venta de combustibles se desplomó hasta un 34 por ciento. Este descenso es notablemente superior a la media nacional, indicando que las zonas fronterizas enfrentan desafíos particulares en cuanto al consumo de combustibles.
Además de la nafta premium, la categoría de nafta súper también experimentó una caída, aunque menor, del 6,27 por ciento. Esto sugiere que algunos consumidores optaron por cambiar a una calidad inferior de combustible.
Por otro lado, el gasoil común registró una disminución del 16,72 por ciento en los últimos 12 meses, mientras que el gasoil premium cayó un 9,04 por ciento.
Nafta súper: las ventas cayeron 6,27 por ciento.
Nafta premium: el consumo bajó 20,61 por ciento.
Gasoil: las ventas cayeron 9,03 por ciento.
Gasoil premium: el consumo bajó un 16,72 por ciento.