“Quisiéramos comunicarles nuestro enojo, angustia y dolor por el desinterés y egoísmo que están teniendo hacia el transporte escolar rural”, comienza la carta, dirigida al gobernador Gustavo Bordet, el presidente del Consejo General de Educación (CGE), Martín Müller, y el titular del Instituto Becario, Sebastián Bértoli.
Los transportistas cuestionaron que hasta el momento las autoridades provinciales “no han emitido ni un comunicado” relacionado a “qué medidas van a tomar” respecto a su trabajo para que, de ese modo, puedan “organizar” su vida.
Es que, debido a la suspensión de las clases para evitar la propagación del coronavirus, los transportistas no están trabajando. Y tampoco cobrando, porque el sistema de pago que rige desde 2019 es indirecto: no se les abona a ellos de acuerdo a los kilómetros hechos (como era hasta 2018, cuando tenían contrato con el CGE), sino que el monto que se les paga proviene de las becas para el transporte otorgadas a los estudiantes. De esta forma: cada alumno declara la distancia que recorre para llegar a su escuela y la suma de kilómetros de cada estudiante es lo que se le paga al transportista.
En febrero y en marzo se otorgó a los alumnos el 50% del monto de las becas. El cronograma estaba asegurado hasta abril, según detalló Bértoli. En esa oportunidad también remarcó que el Instituto Becario “tiene un compromiso con las becas, pero no con el transporte rural”.
“Sabemos que legalmente nuestra relación contractual es con los papás de los chicos, pero la realidad es que quien pone las condiciones, el precio a pagar y nos depositan los valores de las becas de transporte es la Provincia a través del Inaubepro”, remarcaron los trabajadores en la carta abierta.
Además advirtieron: “Sabemos que las clases no se van a reanudar rápidamente. Según dicen en el Gobierno nacional será, seguramente, después de agosto por lo menos, y no tenemos ningún ingreso económico para subsistir hasta ese momento”.
“Ya van 48 días del comienzo de la cuarentena y no sabemos qué será de nuestro destino, si vamos a tener ayuda, si no la vamos a tener… sólo incertidumbre”, lamentaron y se preguntaron: “¿no somos dignos de una ayuda económica? Porque cuando todo está bien nosotros cumplimos con nuestras obligaciones impositivas”.
Por último apuntaron: “Somos más de 110 empresas que conformamos un engranaje importante en la educación, hacemos posible que los estudiantes lleguen a las escuelas rurales, donde pueden adquirir la educación necesaria y obligatoria para que sean hombres y mujeres libres. No se olviden del transporte escolar. Necesitamos ayuda”.
Firman la carta abierta Mario Hornos, Luciano Correa, Ariel Mohr, Claudio Arrejoria, Ernesto Paredes, Horacio Lombardo, Fernando Noguera, Walter Franchessi, Carlos Haoys, Marcelo Zorzi, Javier Nepote, Edgardo Ruiz Díaz, Juan Estigarrillo, Elsio Estigarrillo, Aníbal Díaz Vélez, Víctor Herrlein, Emilio Secchi, Fabián Burna, Mario Reniero, Alberto Miño, Daniel Miño, Francisca Luna, Carlos Panizza, Alejandra Borrajo, Juan José Lopez, Ricardo Benitez, Diego Fernandez, Silvia Traba, Juan Arrejoria, Juan Cruz Beltramelli, Daniel Rial, Sergio Francolini, Claudia Vila, Joaquín Arrejoria, Susana Flores, Carlos Barón, Flavia Paredes, Graciela Escudero, Claudia Moine, Juan Favre, Rodríguez Banco, Ariel Bresson, Daniel Rebossio, Gabino Ray, Daniel Agarate, Andrea Brittez, Eve Salvetti, Héctor Barreto, María del Carmen Borgetto, Diego Bentancourt, Leticia Kappes, Leandro Kappes, Miriam Geminiani, Andrés García, Patricio López, Rosa Churruarin, Rubén Restano, Guillermo Silio, Daniela Santana, Carlos Gareis, Lidia Vinardi, Daniel Esponda, Edgardo Villanueva, Fabián Ulman, Alfredo Delavalle, Hugo Gasparin, Luis Martínez, Iván Milesi, Luis Dupuy, Leonel Firpo, Luciano Haoys, Jorge Antonio Franchessi, Pico Ibarra, y siguen las firmas. (APF)