Lucía Torres
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El ingeniero agrónomo Héctor Medina, es director del Programa Nacional de langostas y tucuras del Senasa, dialogó con Mirador Entre Ríos sobre el trabajo que realizan para controlar la plaga de langostas que llegó al país desde Paraguay, pasó por varias provincias y se esperaba que llegue en las próximas horas a Entre Ríos.
Esta manga de langosta inició su camino desde Paraguay, atravesó Formosa, Chaco, Santa Fe, Corrientes y se espera que pueda bajar a Entre Ríos. “Actualmente está en el sur de Corrientes y a comienzos de semana se estimaba que podían llegar a Entre Ríos, por eso comunicamos a través de nuestras vías a todos los productores para que tomen sus precauciones”, explicó Medina.
Del movimiento que se registró, el ingeniero lo calificó como “novedoso” porque la plaga en realidad siempre ingresa en esta época a Argentina, pero más al centro, norte y oeste del país. En Corrientes, por ejemplo, hacía más de 50 años que no había plaga de langostas y ahora los insectos cruzaron el río Paraná sin demasiado problema y siguieron avanzando.
400 millones de insectos
Según estimaciones, “por cada kilómetro cuadrado puede haber 40 millones de insectos, y esta manga, en particular, es de unos 10 km cuadrados, por lo que estamos hablando de unos 400 millones de langostas”, detalló el ingeniero. Habitualmente las mangas mantienen el mismo tamaño, “algunos ejemplares van quedando en el camino, pero el grueso de la manga viaja de manera conjunta”.
En cuanto a las razones por las cuales se producen estas mangas de langostas y ante la pregunta de si tiene que ver con que no tienen depredador natural, Medina aclaró que, “hace 80 años o más no se hablaba de calentamiento global o pesticidas, y también aparecían y más grandes. Hay una combinación de temperatura y humedad que hace que la plaga comience a crecer en su número poblacional, además las langostas tienen una capacidad reproductiva muy grande, una hembra pone entre 80 y 100 huevos cada vez y puede haber dos o tres posturas por temporada, esto hace que esta plaga sea difícil de controlar”.
Al mismo tiempo, el ingeniero agrónomo comentó que otro factor climático determinante para controlar estos insectos son las bajas temperaturas. “El frío hace que las langostas queden quietas, no las matan pero no avanzan, pero en los últimos años tuvimos inviernos benignos, lo que hizo que se desarrollen las plagas”.
Sin daños a terceros
Según lo expresado por productores por donde pasó la manga, no se registró arrasamiento de cultivos, “en la provincia de Corrientes no tuvimos reporte de daños en cultivos; en Formosa sí hubo un pequeño daño en cultivos de maíz, algo de mandioca también que nos reportaron; y cuando pasó por Santa Fe, poco, sin poder comprobarlo a ciencia cierta, pero nada en comparación con los registros de las mangas de langostas de décadas anteriores”, precisó Medina.
La langosta va avanzando y se va alimentando, vuela todo el día, y cuando baja la temperatura a la tarde/noche se asienta, y en ese trayecto puede comer vegetación nativa, “pueden hacer hasta 150 km desde Chaco hasta Santa Fe, es la distancia más extensa que hicieron por día”, destacó el especialista.
Advierten que no son vectores de ningún tipo de enfermedad
En el caso de que lleguen a un poblado, el ingeniero indicó que en un lugar con gente es importante llevar tranquilidad porque se alimentan de materia vegetal y no son vectores de ningún tipo de enfermedad, ni para los humanos ni para animales. A su vez, Medina pidió a los productores que “estén atentos al reporte del Senasa porque esto cambia minuto a minuto, el domingo pasado esperábamos que ya bajen a Entre Ríos y hubo un viento norte brusco que hizo que vuelvan un poco al norte, pero nuevamente ahora buscan ir al sur”.
La recomendación y el aviso es para los productores que tienen invernaderos cierren todo. Mientras que los viveros bajo cubierta están también protegidos.
El profesional instó a que los productores que tengan posibilidad de hacer control si las langostas bajan a su propiedad, que lo hagan, “pero siempre con el asesoramiento de un profesional, que puede ser un ingeniero de su confianza, o sino desde las oficinas del Senasa hay profesionales dispuestos para esto, para que se pueda controlar la plaga, sin ocasionar un daño mayor al ambiente”, concluyó.