Sobre la tarea que llevó adelante Bergoglio, consideró que “ha cambiado mucho la estructura de la Iglesia. Le tocó un momento difícil y ha llevado caminos muy profundos, levantando banderas muy importantes”. Al respecto mencionó lo referido a la “trata de personas, el combate contra la pedofilia, los migrantes que mueren salvajemente en el mar”.
Admitió que “por la crisis que se está viviendo, mucha gente se ha alejado de la fe. Tenemos que apuntar a una Iglesia que no será mayoría, pero tenemos que tratar que siga poniendo los valores del Evangelio en la sociedad”.
Reconoció que “hay pendientes y el mismo Papa lo dice. Empezó una reforma de la curia para hacerla más ágil. La está modernizando”, aseguró.
Interrogando acerca de si ve a Francisco en Argentina, expresó sus dudas y opinó: “Él dice de venir, pero creo que los argentinos, con las grietas, le estamos impidiendo venir”.
Finalmente, consideró que, aunque Francisco diga que no va a solucionar los problemas de los argentinos”, lo que puede hacer es “ayudar.