La viceministra de Educación de la Nación, Adriana Puiggrós, renunció este miércoles 19 de agosto a su cargo en el Ministerio que dirige Nicolás Trotta. Tras poco más de ocho meses en la gestión la ahora ex funcionaria dimitió por diferencias con el titular de la cartera.
“No fluyó la relación”, graficaron en la Casa Rosada en diálogo con medios de prensa, sobre el vínculo de Puiggrós y Trotta a lo largo de estos meses. La viceministra de Educación renunció en momentos en que las clases no se cursan con normalidad por la pandemia de coronavirus y toda la expectativa está puesta en cómo los alumnos podrán retornar a las aulas.
Durante su tiempo como funcionaria mantuvo un bajo perfil y en las pocas declaraciones públicas que hizo generó diferencias con la conducción del Ministerio.
La primera polémica que generó Puiggrós fue cuando criticó en marzo las pruebas PISA: “Evaluar no es un elemento de la enseñanza, es un instrumento de control y de selección, y está pensado desde una lógica empresarial. Lo que busca es reducir cantidad de alumnos, de docentes, desde una idea meritocrática”. Estas declaraciones obligaron a Trotta a salir a aclarar la postura del Ministerio: “En Argentina va a seguir participando en las pruebas de la OCDE (PISA) como en las de la Unesco (TERCE y SERCE). No hay contradicción entre lo que pienso yo y lo que piensa Adriana. Ella se refirió no a la evaluación en general, sino a cierta evaluación estandarizada porque no necesariamente esas pruebas reflejan la pedagogía argentina. Pero la posición nuestra es clara y consideramos importante evaluar el sistema. Por eso creamos nuestra dirección de Evaluación y estamos terminando de procesar los resultados de Aprender 2019”.
En abril, al inicio de la pandemia, volvió a protagonizar otra polémica por el coronavirus y el neoliberalismo: “El coronavirus infectó sociedades humanas enfermas de neoliberalismo. La destrucción ambiental llevada a cabo por el capitalismo financiero liberó el virus”.
“El irreflenable impulso de los dueños del capital produce una espiral que se retuerce engullendo a la sociedad. Numerosos autores han advertido que el tipo de tecnología modelada por la globalización neoliberal, fuera de control, mataría a la naturaleza, a la humanidad… y al humanismo. No fue la humanidad sino la naturaleza quien se ha rebelado, y de la manera más temible. Hoy la ciencia y la tecnología luchan contra un monstruo natural inasible. Y en nuestro pecho anida una angustia básica, profunda, indescriptible”, manifestó. Luego de estar muy activa en Twitter durante los primeros meses de gestión, desde fin de abril que la ahora ex funcionaria no publica nada en la red social. (Perfil)