La Esc. Nº 61 “Facundo Zuviría”, comenzó a dictar sus clases en 1909 en la propiedad de Alberto Marangunich, sito en calle Gregorio Battisi Nº937/947.
Paralelamente a ello y teniendo como presidente del CGE a Don José María Texier y como gobernador a Eduardo Laurencena se comienza a construir el edificio propio en un terreno donado por Marangunich, llevando adelante la ejecución de la obra el contratista Juan del Turco.
Los niños asistían a 1º y 2º grado a recibir sus clases en dos habitaciones cedidas por Marangunich; ellos trabajaban con pizarras con lápiz especial. El método de lectura y escritura era “a la cartilla”. Se daba importancia a las nociones básicas de historia, geografía, completando las asignaturas de dibujo y labores con lo que las niñas aprendían a coser y a bordar y los niños hacían trabajos de campo, huerta, trenzado de piolines y tientos, recibiendo también la enseñanza del manejo de herramientas.
Ya en 1929 la escuela se trasladó al nuevo y actual edificio situado en calle Independencia y Mariano Moreno, el que se inauguró con cuatro aulas grandes que daban su frente a calle Independencia, cuatro sanitarios (dos para varones y dos para nenas), una dirección al centro, la casa habitación para el director (Ángel Espejo), sobre calle Moreno y un molino que proveía el agua potable proveniente de un pozo semisurgente.
Estando en la dirección Matilde Urritibeti de Díaz (1921-1936) y contando con una matrícula de 290 alumnos, distribuidos en 1er. grado inferior y el resto, los días sábados se realizaban trabajos de plantaciones de frutales, verduras, hortalizas y trabajos de manualidades.
En el año 1933 se funda la A. Cooperadora “J. B. Alberdi” y 1939 se crea la Biblioteca anexa a la escuela “Mariano Moreno”. Entre los años 1954/1960, la escuela funcionaba en tres turnos, desempeñándose como ordenanzas Lucía Cóceres y Petrona Lallana quienes llamaban a los niños a clase haciendo sonar la pesada campana de bronce, tirando con fuerza de una cadena que pendía. Además barrían las hojas de los paraísos del patio de tierra, las galerías de baldosas y limpiaban los ventanales con plumeros y trapos mojados.
En 1963 se creó la primera sección de jardín de infantes que por iniciativa de Clelia Girard y Élida Suñe funcionaba en forma particular y luego se trasladó a la escuela, para lo cual donaron el material didáctico y mobiliario, desempeñándose como primer profesora de Nivel Inicial la Srta. Marta Segovia y la Suplente Elena de Batauz.
Desde entonces la escuela ha ido avanzando y ampliando sus instalaciones, acompañada por Asociación Cooperadora, que con su noble trabajo contribuye a mejorar las condiciones edilicias y las necesidades económicas que requiere la institución.
En la actualidad la escuela NINA Nº 61 “Facundo Zuviría” cuenta con 290 alumnos y el plantel está formado por un equipo directivo: directora la Srta. Liliana Ríos, Vicedirectora Sra. Paola Bisheimer, Secretaria: Sra. Gabriela Antonioli, una administrativa, docente MAU, bibliotecaria, 30 docentes, 6 de primer ciclo de Educación Primaria, 6 de segundo ciclo de Educación Primaria, 5 de Nivel Inicial, 4 maestros del área Estético Expresiva y 9 profesores que desarrollan los talleres en el segundo ciclo ya que la escuela es con jornada NINA desde el año 2.013. .Además forman parte de esta comunidad educativa 3 ordenanzas y 3 cocineras.
Dentro de los festejos que se enmarcan dentro del 111 años de la escuela, se está realizando un mural para el cual se convocó a los niños de 4º, 5º y 6º grado para que realizaran un dibujo de cómo están viviendo o que sentían en este tiempo tan difícil de pandemia que estamos transitando. Con los dibujos presentados se diagramó el mural, además se le agregó una historieta de Mafalda que nos identifica mucho en este momento. La realización del mural estaba pensada para realizarla junto a los niños, pero como en este momento no es posible, se plasmó sus dibujos para que al pasar por la escuela se sientan identificados al verlos.
Considerando que los alumnos son sujetos de derecho, se promueve y garantiza la continuidad de las trayectorias escolares, más aún en este momento de la educación no presencial.
Pretendemos reivindicar el valor de la escuela “pública”, formar niños alegres, interesados, comprometidos en la tarea y exitosos en su trayectoria escolar. Para ello toda la escuela se definirá como un espacio donde se estimule el desarrollo de las habilidades intelectuales, se incentive la investigación, la indagación, la creatividad, y el saber hacer, herramientas esenciales para su desempeño actual y en su vida futura.